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Desarrollan robots biónicos que caminan con un sistema muscular
Siempre se ha hablado de robots. Los robots han sido temidos y anhelados y casi una constante en las historias de ciencia ficción. Por ahora sus funciones son muy básicas y su campo principal de utilización se encuentra en las empresas de manufactura. Pero con el perfeccionamiento de la técnica será algo que quede atrás y será posible que evolucione hasta los campos más insospechados, como el periodismo. En el último congreso del GEN, la cumbre que organiza la asociación de jefes de redacción de la Global Editors Networks, se habló sobre la sustitución de profesionales por programas informáticos, aunque robot y periodista se complementarían entre si.
Ahora la Universidad de Illinois en Urbana-Champaing han dado un paso más allá (nunca mejor dicho). Han creado pequeños robots que pueden caminar gracias a la corriente que se aplica a sus motores musculares de origen biológico. Estos robots pueden caminar a través de una superficie sólida o líquida.
El director de la investigación, Rashid Bashir declaró que «La actuación biológica impulsada por las células es fundamental para cualquier tipo de máquina biológica que queramos construir. Estamos tratando de integrar estos principios de la ingeniería con la biología de manera que se pueda utilizar para diseñar y desarrollar máquinas biológicas y sistemas con aplicaciones ambientales y médicas. La biología es muy poderosa, y si aprendemos a aprovechar sus ventajas para aplicaciones útiles, podremos llevar a cabo un montón de cosas importantes«.
Por tanto, estas máquinas se mueven con células musculares. En 2012 estos investigadores utilizaron células del corazón de ratas para crear una versión primitiva de este sistema muscular, pero les fue difícil controlarla. Ahora están tratando de utilizar células musculares reales que se puedan poner en marcha cuando se ordene. También están planeando hacer lo mismo con células neuronales que consigan controlar de manera más sencilla la frecuencia de encendido y la dirección del robot.
Estos robots tienen un centímetro de ancho y están fabricados en un hidrogel blando en el que el músculo se encuentra estirado. Los investigadores ven muchas aplicaciones posibles para estos robots, como la neutralización de toxinas y el control biológico.
«Nuestra meta consiste en que estos dispositivos puedan ser utilizados como sensores autónomos. Por ejemplo, queremos que detecten productos químicos específicos y avancen hacia ellos para después neutralizar la toxina. Tener control de la situación es un paso muy importante para alcanzar esta meta» explica Bashir.
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