Amazon aloja a WikiLeaks, problemas a la vista

Tras la publicación de las últimas filtraciones, WikiLeaks ha recibido ataques masivos de denegación de servicio (DDoS) este fin de semana. La solución técnica ha sido migrar algunos de los servidores y tráfico al servicio en nube de la compañía estadounidense Amazon, lo que no debe hacer ninguna gracia al gobierno de Obama, presionado tras el escándalo sin precedente surgido tras conocer los informes y ‘hazañas’ de su Departamento de Estado y otros informes.

WikiLeaks, el portal web que publica informes anónimos y documentos filtrados con contenido sensible en materia religiosa, corporativa o gubernamental, ha tirado del servicio en nube de Amazon para redirigir tráfico tras los múltiples ataques DDoS recibidos durante el fin de semana tras la última publicación con informes sobre la política exterior estadounidense y otros que han montado un escándalo sin precedentes a escala mundial.

Un alojamiento el de Amazon que puede ser la gota que colme el vaso de la paciencia de la administración Obama que acusa a WikiLeaks de ‘poner en peligro vidas’ o de los medios conservadores que van más allá indicando que el portal ‘es un grupo terrorista’ y que ‘debe ser cerrado utilizando cualquier medio posible’.

Por ello, no es extraño que algunos medios consideren como una nueva provocación que una empresa estadounidense, nada menos que el líder del comercio electrónico, albergue en su seno a una organización que está en el ojo del huracán desde 2006 cuando empezó a publicar documentos confidenciales que dejan muy malparados a distintos gobiernos.

Un ejercicio de transparencia informativa por encima de otros oscuros intereses como destacan algunos medios (entre los que nos incluimos), y una panda de malhechores según las administraciones a las que se refiere los informes presentados.

Informes sobre el espionaje generalizado estadounidense a miembros de la ONU, la confirmación de la participación del gobierno chino en los ataques a los servidores de Google, la financiación de los saudíes a los terroristas de Al Qaeda, o el acuerdo de países islámicos con EE.UU. (y hasta Israel) para frenar los planes nucleares de Irán.

Además, los informes personalizados impulsados por el Departamento de Estado estadounidense sobre dirigentes extranjeros (la mayoría aliados y espiando su vida privada) como Sarkozy, Merkel, Putin, Fernández de Kirchner, Berlusconi, Gadafi o Zapatero, escritos por funcionarios de las embajadas (convertidos en espías en vez de diplomáticos) están montado un escandalazo de consideración a medida que su contenido se va conociendo, publicado (además de por el portal) por un puñado de importantes medios mundiales como en España El País.

Veremos qué ocurre con WikiLeaks tras la última filtración pero nos tememos lo peor para esta ‘garganta profunda de Internet’ capaz de sacar a la luz los trapos más sucios de los que nos gobiernan.