Opinión
El lado más formativo de la tecnología
Iñaki Aliende Povedano, director del Área de Desarrollo Empresarial de IFO.
La invasión de la llamadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) en las diferentes parcelas empresariales es ya un hecho que ha puesto de relieve el potencial de estas herramientas para el emprendedor, para formarse mejor, para mejorar procesos y para llegar mejor a sus clientes.
Hasta la fecha, se creía que el uso de la tecnología era coto reservado de las grandes empresas, en la actualidad, cada vez más la amplitud de la tecnología nos hace pensar que cualquier pyme puede incorporarla en su día a día. Así, por ejemplo, pensemos en una peluquería en la que la clientela reserva su hora online o en una tienda de ropa que permite al cliente ‘probarse’ virtualmente prendas antes de comprarlas. Las posibilidades son infinitas.
Además, la ubicuidad de la tecnología en la vida diaria hace que se desmitifique y se convierta en algo accesible y habitual. Esta nueva realidad, escrita en código binario, «exige» la adaptación y preparación del empresario. Y es que estamos ante un empresario emprendedor, cuyo perfil ya no se corresponde con el de hace unos años.
Como especialistas en ofrecer soluciones de formación aplicando las nuevas tecnologías, hemos detectado en los últimos años tres cambios significativos en el perfil de los alumnos de los programas de emprendeduría y especialización.
Pasos a seguir
Primero, se ha abierto mucho el potencial de destinatarios con el que trabajamos en la medida en que cualquier persona, por muy formada que esté, considera que el autoempleo es una fase de su vida laboral por la que necesariamente tiene que pasar.
Segundo, el alumno se ha familiarizado con tecnologías para captar clientes y partners y; tercero, es cada vez más exigente y pide más recursos prácticos (acceso a financiación, información del mercado, contactos profesionales, etc.). Estas coordenadas han dado como resultado la necesidad de abordar cambios en los modelos tradicionales de aprendizaje, y la tecnología vuelve a jugar un papel clave.
Gracias a las TICs, ya se ha conseguido superar las barreras espacio temporales en el terreno educativo, otorgando mayor libertad al usuario a la hora de elegir el momento y el lugar en el que formarse (e-learning), ahora el reto es hacer más ameno y eficaz el proceso de aprendizaje (serious games o play learning) y crear espacios de aprendizaje bajo el paradigma de las redes sociales (mLearning).
El e-learning ha sido uno de los grandes cambios sociales de los últimos años, pasando de la cultura de las horas y la presencia, a un esquema más enfocado en los objetivos, cuando unimos la comodidad y eficacia del e-learning con el carácter lúdico de los videojuegos la propuesta es un nuevo enfoque metodológico: el play learning, en el que los usuarios aprenden haciendo, en primera persona, en un entorno de mundo virtual a través de un avatar (personajes que reproducen seres reales) que les representa.
La siguiente vuelta de tuerca son las redes sociales que se perfilan como espacio alternativo a la formación tradicional, promoviendo el aprendizaje y la reflexión sobre la propia experiencia.
No hay duda de que el mundo está cambiando y con él las formas con las que el empresario-emprendedor ‘aprehende’ a manejar esta nueva realidad.
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