A Fondo
¿Quién es Jonathan Ive en Apple?
Nadie se sorprendió en Apple cuando el considerado genio del diseño cogió un vuelo de 14 horas para reunirse en Japón con uno de los principales fabricantes de katanas del país. Jonathan Ive observó con atención cómo trabajaba ese hombre.
Ese mes, la multinacional de la manzana lanzó uno de sus últimos dispositivos: el iPad 2 que fue, precisamente, el resultado de este tipo de investigación junto con el proceso de hacer un producto una y otra vez hasta conseguir un diseño más delgado y ligero que su predecesor.
Del trabajo de Ive se podría destacar su dedicación a los detalles. Hace años, su jefe, Steve Jobs, le encargó un equipo en varios colores que utilizara tubo de rayos catódicos, lo que sería el iMac. Para conseguir la inspiración que necesitaba, Ive pasó horas y horas en una fábrica de dulces.
Y así ha sido durante casi 14 años, el tiempo en el que el británico se ha convertido en el diseñador estrella de Apple, algo que casi nadie sabe, y menos en su Gran Bretaña natal, debido a la cultura del silencio de la compañía. Sin embargo, la influencia de este inglés de 44 años, nacido en Essex, ha sido incalculable.
De hecho, según el Daily Mail, su valor puede cifrarse en varios millones de libras, ya que la última década ha pertenecido a él: sus diseños para la compañía californiana ha puesto patas arriba a todo el sector tecnológico: desde la música y la televisión, pasando por los teléfonos móviles y los ordenadores portátiles.
A partir del diseño del iMac, en 1998, sus sucesores han ganado en elegancia (iPod, iPhone y iPad) y han convertido en Apple en una de las principales empresas del mundo, con facturación superior a Google o Microsoft. Ive recibirá 15 millones de libras en acciones el próximo año.
Los últimos rumores sobre Ive son inciertos. Algunos dicen que quiere volver a Reino Unido porque quiere que sus hijos se críen allí, otros dicen que será el próximo sucesor de Jobs.
Robert Brunner, ex jefe de diseño industrial de Apple, suele bromear diciendo: «En mi lápida dirá: aquí yace el tipo que contrató a Jonathan Ive». » Es un diseñador nato a todos los niveles, pero sobre todo con lo relacionado con la forma, detalles, materiales y refinamiento de los dispositivos».
Dentro de su laboratorio, Ive y su equipo, una docena de diseñadores, trabajan en la nueva tecnología de la compañía a ritmo de la música del DJ Jon Digweed.
El británico es famoso por haber tenido un sentido especial para la ingeniería, así como para trabajar el metal, rozando límites insospechados. El experto en diseño, Stephen Bayley dice de él: «Piensa y piensa sobre cómo debería ser un producto en concreto y luego se preocupa de que esta idea se materialice».
El laboratorio de Ive se ha convertido en el santuario de Apple. Aquí, las pantallas táctiles controlan las máquinas en las que los nuevos productos van tomando forma. Los escritorios son barras de aluminio que forman líneas que nos recuerdan a productos emblemáticos como el MacBook Air.
En general, los diseñadores se obsesionan con cada producto, quitan partes que son imprescindibles, vuelven a trabajar los pequeños detalles y siguen buscando hasta que encuentran la perfección.
Sus creaciones más febriles nunca llegan a salir del laboratorio. Si un producto no evoluciona y fracasa, simplemente muere en la mesa de trabajo. Un alto ejecutivo de la compañía recuerda su primera visita allí: «Los dispositivos en los que estaban trabajando estaban solo sobre el papel, parecían locuras. Todo era muy experimental, el tipo de cosas para las que el mundo aún no está preparado».
Ive raramente habla en público y cuando lo hace, su conversación se limita estrictamente a temas de diseño. «Obtengo una satisfacción increíble cuando veo a alguien con los auriculares blancos de Apple, pero constantemente me persiguen pensamientos del tipo ¿serán lo suficientemente buenos? o ¿podría haberlo hecho mejor?», afirma el genio.
Su relación con Steve Jobs
Thomas Meyerhoffer, ex empleado de Ive, afirma que entre su ex-jefe y el CEO de Apple «hay una sinergia increíble. Se trata de la valoración del diseño del líder de una empresa y la valoración de la empresa del jefe de diseño«. «Ive siempre se pone en lugar del usuario«, afirma otro de sus empleados, quien se lamenta que Gran Bretaña haya dejado escapar a una persona con talento semejante.
Un día, Jonathan Ive fue a una entrevista de trabajo a California, su antiguo jefe en UK recuerda la sonrisa con la que regresó de aquel encuentro. «Se dio cuenta de que estaba completamente en sintonía con el ADN de Apple. Allí trabajaban duro, como él. No se trataba de horas, sino de semanas y meses que dedicaban a los proyectos».
No todo fue un camino de rosas para él, de hecho, los primeros años resultaran difíciles para el directivo, Apple se lo llevó a California y le prometió cosas que no cumplieron, así que Ive acabó trabajando por su cuenta en el sótano del edificio, llenó su oficina de prototipos pero nadie le hacía caso. Por lo que, a menudo, terminaba frustrado.
«Ive es increíblemente modesto y siempre deja claro que el éxito de Apple no se debe solo a él, sino también de su equipo. Dirige los proyectos desde el inicio, es una pena que las empresas del Reino Unido no se fijaran antes en él«, se lamenta, como muchos otros, su profesor Eric Smith.
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