El ciclo de vida de un CIO

Dicen en ComputerWorld que, a mediados de los años 90, el estadounidense Frank Petersmark, que llegó a ser CIO de la Mutua de Seguros Amerisure, afirmó que el trabajo del CIO tenía una duración media de cinco años.

Según el directivo, el primer año es como una «luna de miel». El segundo se pasa planificando y elaborando estrategias, el tercero es cuando se ejecutan esas ideas, el cuarto es cuando «los de arriba» se dan cuenta de que esta ejecución no va tan bien. Y el quinto, es cuando el CIO empieza a buscar su próximo trabajo.

Cercana a esta idea está la consultora Janco Associates, quien estudió que la permanencia media de un CIO es de cuatro años y un mes. En 2008, afirmaron que era de cuatro años y siete meses, basándose en datos de 270 empresas americanas. Otra famosa consultora, Gartner, también cree que la media es de un lustro.

El CEO de Janco, Victor Janulaitis, culpa de esta tendencia a la baja a la recesión y a las actuales ideas empresariales de cambios continuos, aunque también cree que el retiro de los denominados baby boomers está contribuyendo a que el puesto del CIO sea más corto.

Sin embargo, esta visión «más pesimista» sobre la duración del CIO se contrarresta con la de la Sociedad para la Gestión de la Información americana, quien presentó una encuesta a finales del año pasado evidenciando que la permanencia de un líder tencnoloógico en su puesto era de cinco años y un mes, en comparación de los cuatro años y seis meses que duraban en 2009.

El profesor Jerry Luftman, que también colabora para esta entidad, afirma que esta tendencia es cada vez mayor porque los CIOs están asentando y cumpliendo bien su función como administradores de empresas.

En cualquier caso, independientemente de si la tendencia es de alargar o acortar, la media sigue estando entre cuatro o cinco años, lo que viene a apoyar la teoría de Petersmark, quien afirmó que el trabajo de un CIO «tiene poco que ver con la tecnología y mucho con su contribución al éxito del negocio».