Google Chrome como «solución GTD universal»

Hoy miramos al futuro más inminente, a las ‘nubes’ tecnológicas que han introducido en nuestras vidas una nueva forma de controlar la productividad (siempre en línea, claro), y nos preguntamos si se puede. Y sí, se puede. Damos el salto a la piscina con el concepto que ha elegido tan prematuramente Google con GoogleOS y sus Chromebooks, pero desde un entorno de escritorio tradicional en el que, no obstante, el navegador web debería ser la única pieza en común entre todas las herramientas de trabajo.

La elección de Google Chrome está avalada por su ascensión sin freno en las estadísticas de cada día, además de por su gran integración con los servicios del gigante de Internet, su rápido desarrollo y actualización -invisible al usuario- o su sincronización de marcadores, contraseñas, extensiones y preferencias entre otros, permitiendo además cifrar todos los datos sincronizados.

Comenzando desde el principio, el correo electrónico elegido es, evidentemente, Gmail, centro neurálgico de comunicación para mensajes, chat con Google Talk y contactos en general, fuertemente apoyado por Google Calendar para la gestión del tiempo. Una vez cubierta las líneas de comunicación y tiempo, se echa en falta algo que Google no ofrece en estos momentos: una buena solución a la gestión de la información.

Como hay vida más allá de Evernote, la elección será SpringPad, a pesar de carecer de algunas características del anterior que para mucha gente podrían ser vitales (hay alternativas como Diigo que también podrían resultar interesantes). En este camino, sin embargo, SpringPad destaca por un diseño moderno, agradable y efectivo, por su carácter social (se integra con Facebook, Twitter y Yahoo!) y posibilidades de compartir, sin olvidar ni un segundo su carácter multiplataforma o la integración de su sistema de tareas con Google Calendar de forma muy eficiente, extensión incluida.

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Para cubrir flecos se debería acudir al resto de servicios de Google y a la Chrome Web Store, más concretamente a su categoría de productividad. Los complementos ofrecidos en forma de aplicaciones web o extensiones del navegador -muchas veces van de la mano- hacen crecer las posibilidades de forma exponencial. Y toca suplir otra carencia de Google que tal vez tenga los días contados: espacio. Espacio para archivos locales.

Si se trabaja con archivos en local se trabaja con aplicaciones externas al navegador, y la gestión de toda la información generada diluye el todo construido en dos bloques diferentes. Para minimizar el daño se puede usar un servicio de almacenamiento y sincronización de archivos como Ubuntu One o Dropbox, los únicos de su clase en cumplir los requisitos de ser multiplataforma y disponer de extensiones de integración con el navegador.

Se puede completar la experiencia con herramientas básicas de oficina, Google Docs, Picasa o Google Reader entre otros, y en cuanto al ocio es fácil de potenciar vía web gracias a sitios tan conocidos como YouTube, Grooveshark, Flickr o Facebook. Por supuesto, todo lo anterior va a combinar mucho mejor con un buen dispositivo Android.

Exceptuando las necesidades específicas de cada individuo, con una buena configuración de las herramientas mencionadas y su integración entre sí, la gestión de tiempo e información muestra la gran comodidad de subirse a la nube de la mano de Google, aunque siempre seguirán existiendo peros.