Google rechaza la petición de la Casa Blanca de censurar el vídeo anti-musulmán

Google esgrime libertad de expresión para rechazar la petición explícita del gobierno estadounidense de retirar de YouTube un vídeo anti-musulman que está provocando una gravísima crisis internacional.

Ante el cariz que está tomando el caso del vídeo contra Mahoma y el Islám que los musulmanes consideran ofensivo, con once muertos y cientos de heridos en una ola de violencia salvaje que se extiende ya a 32 países, la Casa Blanca a través de la agencia de seguridad nacional, pidió ayer a Google su retirada del portal YouTube por violar los términos del servicio.

Una petición que ha sido rechazada por el gigante de Internet aunque sí ha restringido su acceso en países como India, Indonesia, Libia y Egipto «teniendo en cuenta las situación muy delicadas en estos dos países y su situación de ilegalidad».

Google explica que ha restringido el acceso al vídeo para cumplir las leyes locales y no como respuesta a una presión política «en un enfoque totalmente coherente con los principios establecidos por primera vez en 2007».

Presión política evidente en medio de una ola anti-estadounidense que se extiende por todo el mundo musulmán, contrarrestado por la ola de islamofobia de sectores conservadores ante la violencia contra compatriotas incluyendo la muerte del embajador en Libia.

Cómo un simple vídeo (de calidad ínfima y de pésimo gusto dejando a un lado temas religiosos) extendido por la fuerza de Internet, ha logrado provocar esta gravísima crisis internacional todavía de consecuencias impredecibles, es algo que deberemos valorar en el futuro, así como la procedencia real del mismo. Su objetivo sí está más claro y lo estamos viendo.