El estado de la seguridad informática en España

María Campos, country manager de Stonesoft Iberia.

No hace tanto que la palabra hacker se asociaba por parte de cualquier pequeño empresario o profesional liberal a un informático con camisa de leñador y gafas de pasta, encerrado en un oscuro cuartucho sin ventilación, que se dedicaba a crear virus para, siguiendo una vieja leyenda urbana, conseguir un suculento contrato de trabajo por parte de un fabricante de software de seguridad.

Lamentablemente, y sobre todo en los últimos meses, estos mismos emprendedores han caído en la cuenta de que los hackers sí afectan a su negocio y son el nuevo enemigo a batir, al igual que la falta de financiación o el escaso negocio, pues casi la mitad de las pymes de nuestro país, según un estudio de Amplitude Research, ha sufrido algún tipo de ataque en 2011, bien a sus equipos, redes, servidores o a sus instalaciones. En realidad, se calcula que los españoles padecemos, de media, 22.000 ataques informáticos diarios, que el año pasado, y sólo en nuestro país, se cobraron 482 millones de euros.

Curiosamente, han sido las grandes empresas españolas las que están consiguiendo detener o al menos aminorar esta dificultad, y han logrado contener la tasa de ataques, desde el 67% del 2010 al 49% del 2011. ¿Cómo? El servicio de estudios de IBM asegura que lo están haciendo a través de la externalización de la gestión de la informática distribuida, o dicho claramente, la tecnología relacionada con el puesto de trabajo (ya sea ordenador, servidor, impresora, escáner, teléfono, agenda electrónica, etc.).

Estas mismas compañías, las más grandes del país, muestran un alto grado de satisfacción general con estos servicios, especialmente en lo que se refiere a su adaptación al presupuesto o al tiempo empleado en la resolución de problemas. Sin embargo, aseguran que debería mejorar la formación y la experiencia del personal que ofrece el servicio, así como la innovación tecnológica y la optimización continua.

En efecto, la adecuada elección del proveedor es fundamental en estos casos. En los últimos meses de 2010, y a lo largo de todo 2011, los hackers están empleando novedosas técnicas, denominadas AETS (Técnicas de Evasión Avanzadas) que están rompiendo absolutamente todos los esquemas de la seguridad de redes. Echando mano de un símil futbolístico, nos la están colando por toda la escuadra, y muchos porteros todavía no saben ni por dónde vienen los tiros.

Peligro para todos

De hecho, muchos fabricantes de seguridad de redes todavía están asumiendo el golpe y es más, puede que estén decidiendo si les conviene levantarse o no de la lona del cuadrilátero para afrontar la pelea. Y es que nadie, por grande, importante y poderoso que sea, está libre de peligro. Que se lo digan, si no, a entidades como Citibank, el Fondo Monetario Internacional, el Nasdaq, Sony, o empresas contratistas del Departamento de Defensa del Gobierno Norteamericano, todas ellas hackeadas gravemente en los últimos meses.

Sí, “ya están aquí”. Los piratas han llegado, y debemos proteger seriamente nuestras pequeñas empresas y negocios, que tanto trabajo nos ha costado levantar. Y que nadie piense, por cierto, que escondiendo la cabeza va a evitar el problema. Está justo al lado, más cerca de lo que pensamos.

Las mismas fuentes aseguran que, en general, las compañías españolas no están haciendo demasiados esfuerzos por cambiar la situación y evitar que sus redes, sistemas o servidores sean hackeados. ¿Cómo, entonces, pretenden aprovechar oportunidades tan ventajosas como el cloud computing, que permite reducción de costes, flexibilidad y escalabilidad?

Es más, ¿cómo lograrán expandir sus servicios, abrirse al comercio electrónico, especialización online, novedosos servicios de pago y un largo etcétera para atraer más negocio? Es hora, pues, de recapacitar, elegir el proveedor adecuado y tomar las decisiones correctas.