La ATI, 46 años al servicio de sus socios

Cuando la Asociación de Técnicos de Informática (ATI) nació, el universo TIC como no existía como la conocemos hoy en día, tampoco existía la carrera de ingeniero informático ni las Escuelas de Informática. En el año 1967, un grupo de profesionales pertenecientes al mundo «de la computación» y miembros de la Escuela Industrial de Barcelona se dieron cuenta que tenían unos intereses comunes que debían canalizar en algún tipo de organización, fuera de la escuela.

«Este es el germen de la ATI», nos ha contado hoy, Didac López, presidente de esta asociación (sin ánimo de lucro) desde hace dos años.  «El primer grupo de socios lo componían unas 130 personas, ingenieros de diversos ámbitos y algún que otro profesional del mundo financiero, todos ellos con ganas de estructurarse e impulsar la profesión TIC».

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A día de hoy, la que es considerada por derecho la asociación de informáticos más antigua del país, reúne ya más de 3.000 socios en España, «aunque tenemos una cobertura de 5.000 personas y ahora nuestro objetivo es la externalización, es decir, abrirnos a Iberoamérica, donde la marca ‘España’ tiene cierto ascendente y donde están poco estructurado. También queremos llegar a Portugal».

No obstante, ATI es la representante española en la IFIP (International Federation for Information Processing), miembro de CEPIS (Council for European Professional Informatic Societies), del CLEI (Centro Latinoamericano de Estudios en Informática) y tiene un acuerdo de colaboración con ACM (Association for Computing Machinery).

Esta representación otorga a este organismo «cierta posición, buenos contactos a nivel de Iberoamérica, networking de alto nivel y capacidad de influencia», afirmó el directivo. «Nuestro principal objetivo es que el socio se sienta identificado con la asociación y con el concepto de marca de la ATI, que conozca su nivel de influencia».

Las preocupaciones del sector

La asociación organiza cursos, mesas redondas y otros tipos de eventos dirigidos a promover y mejorar de la actividad de los profesionales TIC, facilitar a sus socios el intercambio de experiencias y la formación necesaria y promover, en definitiva, el desarrollo de las IT.

«En la asociación hay todo tipo de profesiones relacionadas con la informática, sobre todo analistas programadores pero también estudiantes (con un régimen especial) y hemos abierto el foco a nuevas profesiones, que nos son tecnólogos pero que trabajan muy de cerca con la tecnología, como es el caso del Community Manager».

Desde el año 75, editan la revista «Novática» que también es la decana de las revistas TIC en nuestro país (es considerada Patrimonio Cultural) y que contribuye a difundir temas de interés de los socios y las actividades de la asociación.

Como el resto de los sectores, el de las Tecnologías de la Información también está sufriendo la crisis y Didac López reconoce que les ha dado de frente, «el paro era un término que no conocíamos y ahora está afectando a muchos de nuestros socios más veteranos, sobre todo gente de unos 50 años que se han especializado en nichos muy específicos. Nuestra misión es ‘situarlos’, creamos temas de trabajo y temas de interés donde se habla sobre el asunto».

Otra de las preocupaciones percibidas por la ATI por parte de sus miembros es que «no tenemos el desarrollo potencial que diferencie nuestra empresa a nivel nacional». Y, a nivel más personal, que el CIO «no debería ser tan técnico, sino más estratégico, tiene que haber una transformación».

«Hacer la gestión del cambio no es un reto nuevo, esto lo hemos hecho siempre», concluyó Didac López.