Opinión
Movilidad: valor añadido en la palma de la mano
Marta Giménez Utiel, dirección Comercial y Marketing de MakeSoft.
La llegada de la era digital conlleva nuevos procesos de trabajo, apoyados en las tecnologías emergentes. Los nuevos dispositivos móviles, utilizados en nuestra vida cotidiana, hacen que haya que plantearse nuevas formas de entrega y disponibilidad de información. Si a eso le añadimos que hay departamentos y empresas que basan su producción en una fuerza de ventas móvil, entonces la tecnología mejora aspectos tan importantes como la competitividad, la productividad o la atención al cliente.
No es nuevo hablar de la movilidad como parte fundamental de los departamentos comerciales. Las PDAs fueron el comienzo, los portátiles y los smartphones la continuidad y las tablets el ahora – junto con los anteriores, que no son excluyentes. Atrás van quedando, poco a poco, los procesos manuales – aunque nos sorprenderíamos de la cantidad de empresas que todavía hoy utilizan hojas de pedido físicas y poco virtuales – y llega la democratización de la tecnología. La virtualización de escritorios (VDIs) o el cloud computing con sus modalidades como el SaaS (Software as a Service) están haciéndola realidad.
Según algunos estudios, España es uno de los países con mayor penetración de smartphones en comparación con otros mercados de su entorno. En estos momentos suman más del 60% de usuarios de dispositivos móviles. Otros informes aseguran que las amenazas móviles son las que más crecen, lo que nos dan una idea de la importancia de la tecnología móvil en nuestras vidas y negocios.
Como decimos, para aprovechar todas la ventajas de la movilidad, no solo se puede contar con el dispositivo de última generación, sino también con el software que va a ser el cerebro y el motor de las nuevas formas de trabajar. Las aplicaciones y soluciones de gestión empresarial, como el CRM ya están en los terminales móviles. Y con todas las garantías.
Sin embargo, todavía hoy la resistencia al cambio, tanto por parte de las organizaciones, como de los empleados, puede actuar de barrera para la adopción de la movilidad. En el caso de las compañías, sobre todo las más tradicionales, ven problemas a la hora de ofrecer a sus empleados información crítica en sus dispositivos móviles, mientras que estos en ocasiones ven cómo tienen que cambiar procesos instaurados y asimilados.
Imaginemos un comercial que está en un cliente y necesita un dato. La disponibilidad inmediata de ese dato y la conexión con el sistema donde se aloja son claves para dar una respuesta en tiempo real, solventar una necesidad y además mejorar la eficacia. Si el tiempo es oro, la información adecuada en el momento correcto también tiene un alto valor. Y se puede tener en la palma de la mano.
Esto se debe traducir en ahorro de tiempo, recursos y en definitiva, costes. El ROI es mucho más rápido, porque la eficacia en los procesos está directamente relacionada con el ahorro en dinero. Estamos en crisis, el coste es clave en estos momentos en las organizaciones. De hecho, esto trae a colación el fenómeno BYOD (Bring Your Own Device), lo que significa que además el ahorro se produce en el terminal – el empleado utiliza el suyo personal, pero adaptado a las necesidades de la compañía.
Así que obtenemos productividad, agilidad y satisfacción del cliente. Las organizaciones deberían adoptar un enfoque proactivo de la movilidad y planificar cuidadosamente todo lo relacionado con este tema. Como decimos la reducción de costes es clave en estos momentos, y con la movilidad se disminuyen los costes en la interacción con el cliente, las tareas administrativas y se ofrece un rápido retorno de la inversión.
Los protocolos de seguridad, claves
Por supuesto, todo tiene que funcionar bien: la conexión con el software; que los datos sean correctos, estén actualizados y hayan sido tratados de forma adecuada; y que las medidas de seguridad sean de total confianza – pensemos que se trata de datos críticos.
Siempre, no solo en los dispositivos móviles – pero quizá porque lo vemos más vulnerable – la seguridad es clave. Además de los protocolos establecidos o la encriptación, el uso debido de la información se torna un elemento fundamental. De poco me sirve tener el mejor antivirus, firewall, vpn, etc. si lo que falla es el aspecto humano.
Dicho esto, por supuesto que este tipo de soluciones tecnológicas deben contar con todas las características que les hagan seguras. Y gracias a la evolución de las TICs es posible.
Así que tenemos actualmente dispositivos móviles de altas prestaciones fáciles de utilizar, dotados de tecnología para gestionar adecuadamente nuestros procesos de negocio, con seguridad y a unos costes adecuados a los cada vez más reducidos presupuestos (volvemos a pensar en SaaS o en cloud y en todas las opciones que ofrecen).
Solo queda ya que las personas nos adaptemos al cambio. Y cuando se ven las mejoras, cuando se facilita el trabajo, cuando al fin y al cabo empleamos tecnología con la que ya convivimos, el cambio suele ser más fácil. Por supuesto, los fabricantes, los distribuidores y las empresas de consultoría deben garantizar la puesta en marcha de las soluciones en estos nuevos dispositivos. De esta forma, la movilidad será algo real.
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