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La transformación del centro de datos pasa por la consolidación
Miguel Ángel García, Country Manager Iberia de Riverbed Technology.
Actualmente los CIOs tienen que lidiar con los retos planteados por las aplicaciones móviles, BYOD, las redes definidas por software (SDN), el movimiento a la nube y las demandas de usabilidad, en un contexto de presupuestos planos o menguantes. Por ello, las organizaciones están abordando proyectos de virtualización y consolidación que mejoren los costes, la gestión, la seguridad, la fiabilidad y la flexibilidad del negocio. Todo esto está motivando una transformación fundamental en los centros de datos modernos.
La virtualización se está extendiendo ahora a las aplicaciones, buscando ahorros de coste similares a los conseguidos con otras iniciativas de consolidación previas. Se mueven los servidores desde las sucursales a los centros de datos consolidados, e incluso se consolidan centros de datos enteros y sus correspondientes operaciones en menos centros, o se trasladan algunas cargas de trabajo y datos a la nube.
Consolidando y reconfigurando la arquitectura de activos poco utilizados y distribuidos, una empresa puede reducir los costes de infraestructura, administración, energía y refrigeración. Al mismo tiempo, puede reducir el volumen de hardware a administrar y facilitar la automatización de políticas, mejorar la seguridad y dinamizar los procedimientos de protección de datos para la recuperación ante desastres y continuidad de negocio.
Las organizaciones consolidan la infraestructura y despliegan arquitecturas virtualizadas, incorporan nuevos servicios y sedes y hacen crecer las aplicaciones existentes, con un coste y carga administrativa mínimos. Sin embargo, aún subsisten preocupaciones relacionadas con el impacto negativo que proyectos como estos pueden tener en el negocio.
Aunque la transformación del centro de datos mediante la consolidación tiene el potencial de mejorar la eficiencia en costes y mitigar el riesgo, la realidad es que las TI necesitan contribuir a mejorar la productividad y el crecimiento de los ingresos. En general, esto involucra dar soporte a los usuarios fuera del centro de datos, en la periferia de la red y por lo tanto el rendimiento después de la consolidación es una preocupación principal. Asimismo, la complejidad, el coste de instalación inicial, así como el rendimiento de las aplicaciones sobre la WAN son preocupaciones. Los responsables de TI a menudo cuestionan la factibilidad de mantener el rendimiento después de la consolidación, pero con un soporte y soluciones adecuados, todos estos problemas pueden solucionarse.
La consolidación y la transformación del centro de datos pueden cambiar fundamentalmente el entorno de aplicaciones empresariales, haciendo que sea más dependiente de la red que nunca. A medida que la red se vuelve crítica para las aplicaciones centralizadas, los cambios que solían afectar a una única localización pueden ahora tener un impacto en una región entera.
Rendimiento
Otra consideración clave es que, una vez que las aplicaciones hayan sido centralizadas dentro del centro de datos y empezado a producir ahorros y eficiencias de coste, es posible encontrar zonas ciegas de rendimiento entre las capas de virtualización del centro de datos.
El coste del cambio a veces es alto, pero cuando una organización toma en consideración todos los ahorros que se pueden conseguir, se puede determinar con exactitud el verdadero valor de la consolidación. Esto requiere una valoración de otras inversiones en TI recientes y el coste de migración a servicios cloud, por ejemplo. Independientemente de si una empresa está buscando mejorar el rendimiento después de la consolidación o al principio del proyecto, el rendimiento y la sencillez tienen que estar en el centro de la infraestructura de red.
En particular, se puede ayudar a las aplicaciones empresariales y los sitios web lentos con una combinación de optimización WAN, QoS y optimización de contenido web (web content optimisation – WCO). Combinadas, estas tecnologías pueden ayudar a asegurar que la mayor distancia entre los trabajadores y los datos y aplicaciones que utilizan no lo ralentiza todo.
Es posible que haya aplicaciones que tengan que permanecer en las sucursales, pero se pueden reducir los riesgos y complicaciones de una infraestructura de aplicaciones distribuida. Aquellas pocas aplicaciones que permanecen pueden virtualizarse directamente en un dispositivo de optimización WAN y administrarse remotamente con herramientas estándares.
Incluso aunque se reduzca el número de centros de datos, los servicios y aplicaciones de una empresa estarán repartidos entre varios sitios. Los controladores de entrega de aplicaciones virtuales (ADCs) hacen posible acelerar el tráfico de usuarios y de replicación entre centros de datos así como asegurar alta disponibilidad en servicios críticos.
Con la implantación de herramientas de monitorización, los CIOs pueden descansar con la seguridad de que su inversión es rentable y de que cualquier problema potencial se soluciona antes de tener un impacto negativo en el negocio. Existen herramientas para garantizar el éxito a la hora de consolidar y transformar toda su infraestructura de centro de datos.
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