Jan Koum, CEO de WhatsApp: «No habrá publicidad ni cambios tras el acuerdo con Facebook»

Hoy nos despertábamos con una impactante noticia, Facebook ha comprado WhatsApp, y nos asaltan las dudas, ¿qué pasará con nuestra privacidad?, ¿nos bombardearán a publicidad?, ¿nos cobrará más Facebook? Aunque nos hagan gracia sus alternativas (Telegram, Line…), tenemos que reconocerlo: nos gusta WhatsApp y nos gusta como está. Es cierto que siempre se puede mejorar, la sincronización muchas veces nos juega malas pasadas, y siempre hay alguno que se pasa un buen rato mirando hasta que ve aparecer el segundo tic.

Pero tranquilos, Jan Koum (CEO de WhatsApp) ya ha dejado claro que no habrá ningún cambio importante tras la compra de 19.000 millones de dólares. En el blog de WhatsApp, Koum aclaraba «esto no significará ningún cambio para vosotros, nuestros usuarios: nada»

WhatsApp continuará operando de forma indpendiende desde su sede en Mountain View. La dinámica de pago seguirá siendo la misma: un servicio gratuito durante un año y después 80 céntimos al año. Asimismo seguirá estando presente en todas sus plataformas. Todas, no solo las más populares, uno de los puntos más fuertes de WhatsApp.

Para los empleados de WhatsApp sí que cambian las cosas

En el Economista se han parado a analizar la compra y se desprende un dato muy interesante, con este acuerdo sus empleados se convierten en millonarios virtuales. Virtuales por que no podrán disfrutar de esta condición y de su más de 43 millones de euros por cabeza hasta 2018, siempre con la condición de que guarden fidelidad a la empresa. Según escribe Antonio Lorenzo:

Según se desprende de las condiciones del acuerdo de compra de Whatsapp, cada uno de los 50 empleados de la joven empresa recibirá acciones restringidas de Facebook por un valor de 60 millones de dólares, alrededor de 43,6 millones de euros, aunque canjeables con condiciones en el plazo de cuatro años.

Según el comunicado que ha difundido Facebook hace unas horas a los medios norteamericanos más importantes, la operación incluirá 4.000 millones de dólares en efectivo, 12.000 millones en acciones de Facebook y 3.000 millones adicionales en forma de acciones restringidas para los fundadores y empleados de Whatsapp, que serán devengadas a lo largo de los próximos cuatro años. 

Las acciones restringidas que se repartirá la plantilla de WhastApp, incluidos sus fundadores (Jan Koum y Brian Acton), serán títulos que no se podrán canjear en el mercado si la venta de las mismas pudiera afectar negativamente a la marcha de la empresa. Tampoco se podrán transferir dichos activos en su totalidad hasta que no se alcancen determinadas condiciones, incluida la aprobación explicita del regulador bursátil estadounidense (la SEC) para su puesta en liquidez. Con semejantes condiciones, parece unánime que WhatsApp se acaba de convertir en la mejor empresa donde trabajar, sin necesidad de encuestas ni estudios de mercado.

Es curioso que los empleados hayan conseguido esta intersante ventaja por trabajar en WhatApp, sobre todo cuando el año pasado la llamaban la empresa «menos ostentosa» de Sillicon Valley. En El País confesaron que

“No nos hemos preocupado demasiado de nuestra imagen, sino de nuestros clientes, estamos orgullosos de ello. Somos una compañía de tecnología”.

Una estrategia que sin duda les está dando resultado.