Detrás de Telegram: el chico malo y el genio de las matemáticas

Pavel y Nikolai Durov.

Telegram, el servicio de mensajería móvil segura que multiplicó su popularidad este fin de semana, tras la caída de WhatsApp, tiene origen ruso y unos fundadores no tan desconocidos.

Los hermanos Nikolai (1980) y Pavel Durov (1984), conocidos como los «Zuckerberg de Rusia», y creadores de la red social VK (año 2006) comenzaron a trabajar en el proyecto Telegram hace 18 meses, con la idea de crear algo «muy seguro pero, a la vez, divertido«, unas características que cobraron importancia a raíz de las revelaciones de Edward Snowden sobre la NSA y PRIM, el pasado verano.

«En ese momento me di cuenta de que la gente estaba realmente asustada y preocupada por la situación actual. Y nosotros solo éramos parte de un montón de personas que se pusieron a pensar en soluciones al problema de la seguridad», dijo Pavel en una entrevista a Techcrunch.

A pesar de su origen ruso, los hermanos pasaron la mayor parte de su infancia en Italia, a donde se trasladaron con su familia. Después volvieron a su país natal, donde Pavel se matriculó en una academia de Educación Física, se hizo vegetariano y taoísta y desarrollo ideas económicas y políticas liberalistas. Su hermano Nikolai participó durante tres años en las Olimpiadas Internacionales de Matemáticas, ganando sendas medalla de oro, que fueron solo anticipos de los logros que ha conseguido en esta materia a lo largo de su vida.

Olimpiadas Internacionales de Matemáticas donde Nikolai ganó una medalla de oro.

Sus aptitudes les valieron para dividirse el trabajo para el proyecto de Telegram de la siguiente manera: Pavel se encargaría de la parte financiera e ideológica del proyecto, y Nikolai de la tecnológica. Para hacer posible el nacimiento de Telegram, Nikolai desarrolló un protocolo de datos personalizado único, que es abierto, seguro y optimizado para trabajar con múltiples centros de datos. Además, decidieron situar el «cuartel general» de la empresa que gestiona el servicio, Digital Fortress, en Alemania, lejos de Rusia de donde son oriundo sus dos fundadores y la mayoría de sus desarrolladores.

Pavel, el «chico malo» de Telegram

Quizás uno de los motivos que influyan en el alejamiento de los hermanos de su país de origen son los continuos encuentros con las autoridades judiciales rusas, sobre todo de Pavel. En abril de 2013 tuvo un accidente de tráfico que provocó lesiones a un policía, lo que, en un primer momento, le enfrentó a una pena de cárcel. Aunque negó los hechos, se pudo comprobar que era el conductor del coche que causó el accidente pero, sorprendentemente, un mes después las autoridades consideraron que no había actuado de mala fe, por lo que lo acusaron de un delito menor, todo ello después de estar en busca y captura porque desapareció del país tras el incidente. La prensa se extrañó de cómo de rápido había dado la policía carpetazo al asunto, insinuando que los políticos estaban detrás de esto. La versión oficial es que Pavel se fue a lanzar una nueva red social a Estados Unidos.

Además, su negocio VK fue puesto en una lista negra, a principios de año, por el organismo regulador ruso. Aunque fue la propia organización la que reconoció que este movimiento fue un error, algunos analistas aseguraron que fue un intento del gobierno para intimidar a ciertos activistas on-line. La «paranoia» (o no) llega al punto de que, durante la entrevista telefónica donde Pavel contaba todo esto a Techcrunch, este señaló que estaba usando una SIM rusa y que era bastante probable que la conversación estuviera siendo grabada por las autoridades.