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Uso de dispositivos tecnológicos en el trabajo: 10 errores que podrían costarte tu puesto

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Businessman at desk with box of his belongings

Se acaba el verano, llega la temida vuelta al trabajo y muchos aprovechan para replantearse sus objetivos personales y profesionales de cara al nuevo curso, para que este nuevo año sea más fructífero que el anterior y ofrezca nuevas oportunidades de mejora y progreso. Si uno de tus objetivos es conservar tu puesto de trabajo, ¿no es un buen momento para repasar los errores informáticos más habituales que suelen poner en aprietos en alguna ocasión al común de los profesionales?

A veces, estos errores ocurren simplemente por descuido, pero un pequeño error en tu actividad diaria delante del ordenador puede costarte tu empleo. Por ello, el equipo Kaspersky Lab ha elaborado una serie de sencillos consejos para profesionales, con el objetivo de ayudarles a sortear negligencias informáticas fáciles de evitar. Pero, ¿cuáles son estos errores?

  • Usar un pendrive para transferir datos. Transferir datos corporativos con un USB a tu ordenador y viceversa puede terminar infectando todos los ordenadores de la oficina con un virus persistente, o con un virus cuyo objetivo sea robar los datos de la empresa. Un buen ejemplo es el caso de Stuxnet, un virus que llegó a infiltrarse en una planta de producción iraní a través de un pendrive.
  • Chatear a través de las redes sociales. Cuando hablas con cualquier persona a través de las redes sociales, recuerda que conviene tener cuidado con los datos o informaciones que compartes. Los hackers usan a menudo las redes sociales para obtener credenciales de la empresa y luego introducirse en la red de la organización.
  • Hay que tener siempre presente que las redes sociales son públicas para evitar utilizar un vocabulario inapropiado cuando te comunicas con tus clientes o colaboradores. Perjudicar la reputación de tu jefe no es bueno y, en la gran mayoría de los casos, conlleva un despido inmediato. También un comentario espontáneo sobre un amigo o una foto frívola de la última fiesta de la oficina puede tener consecuencias indeseadas.
  • Reenviar documentos de trabajo a través de tu email personal. Por ejemplo, usar una dirección gmail.com para mandar tus correos corporativos puede ser una mala idea si tu servicio de correo electrónico está comprometido, ya que el mensaje puede ser interceptado por cibercriminales.
  • Mandar datos personales cifrados desde el ordenador de la oficina puede hacer que un departamento seguridad muy estricto interprete que has compartido datos confidenciales con personal ajeno a la compañía.
  • Usar software de terceros en los equipos del trabajo. Aparte de amenazas de malware, consumen recursos del sistema de manera innecesaria. El ordenador puede ser monitorizado a distancia, con lo que los responsables de seguridad no necesitan acercarse al escritorio para ver lo que estás haciendo.
  • Dejar la contraseña en un lugar visible, por ejemplo en un post-it en el ordenador o en una carpeta en el escritorio. Cualquiera que quiera perjudicarte podría acceder a tu ordenador sin tu consentimiento.
  • Descargar contenido irrelevante para el trabajo. Aunque descargar música, películas y otros contenidos multimedia en casa parezca algo común en la era del Internet de alta velocidad, los usuarios no sueles respetar las reglas básicas, aún sabiendo que en el trabajo, especialmente en las grandes compañías, se monitoriza y controla lo que hacen los usuarios con el ordenador.
  • Comunicaciones móviles. En esta categoría pueden entrar muchos errores y acciones malintencionadas, partiendo desde la utilización del teléfono del trabajo para temas personales, superar el límite de tráfico de datos, hasta relajarse jugando un rato con el smartphone. Todas las reglas anteriores valen también para los dispositivos móviles. Si quieres utilizar los dispositivos para el trabajo y para los temas personales al mismo tiempo, pregúntale al responsable de TIC que te ayude a separar las cosas en dos áreas distintas del móvil. Hay varias soluciones de tipo BYOD para llevarlo a cabo.
  • Por último pero no menos importante: todo lo que escribas o compartas online puede ser utilizado tanto para impulsar tu carrera como para arruinarla. Así que piénsalo primero antes de nada.

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