La hiperconectividad y su impacto económico

Actualmente, el 40% de la población mundial tiene conexión a Internet, y ya hay tantas líneas de móvil en el mundo como número de habitantes que tiene el planeta Tierra. Al avance de tecnologías como los smartphones, se ha unido la aparición de los dispositivos inteligentes, los denominados wearables (gafas, relojes, etc.) o los coches, que ahora también pueden estar conectados.

De esta forma, esta interconexión de personas, lugares, organizaciones y objetos se conoce como hiperconectividad, un fenómeno que esta alterando las costumbres sociales y económicas de las personas, empresas y países. Así pues, la hiperconectividad se ha convertido en una condición cultural, una característica que define a la sociedad actualmente.

Por todo ello, y con el objetivo de conocer el impacto económico de la hiperconectividad, SAP ha realizado un estudio en el que destacan hallazgos como el hecho de que Internet tiene más valor para la economía global que industrias más tradicionales como la agricultura o la energía.

Pero no sólo eso, puesto que se ha demostrado que la adopción continuada de tecnologías como Internet y los smartphones beneficiarán a todas las economías, pero serán especialmente valiosas para los países en vías de desarrollo. Junto a esto, la hiperconectividad ha acelerado la globalización, pero también podría propiciar que debido a esto, las compañías de países desarrollado necesiten mano de obra cualificada, volviendo a la producción industrial en sus países de origen.

Por último, la hiperconectividad se ha convertido en un nuevo entorno cultural para el comportamiento humano, debido a que las empresas deben estar muy atentas a los cambios en el comportamiento de las personas, en especial, en las redes sociales.