Un nuevo impuesto podría hacer inviable las baterías Tesla en España

Como no podía ser de otra manera, y ante la inminente llegada a los mercado de lo que podría ser la gran amenaza a las eléctricas, el Ministerio de Inudstria, Energía y Turismo se ha apresurado en tramitar el borrador de un real decreto que regule el autoconsumo de electricidad en España.

Concretamente, el texto indica que se aplicaría un gravamen sobre la potencia consumida que oscila entre los 8,9 y los 15,3 euros por kilovatio (kW) para potencias inferiores a 15 kW conectadas en baja tensión. Sin duda, el impuesto desincentivará el uso masivo de este tipo de baterías que estaban destinadas a ahorrar electricidad «de forma masiva» a los hogares, empresas y servicios públicos conectados a la red eléctrica.

Este real decreto lleva casi dos años tramitándose, según El Confidencial, pero no ha sido hasta que Tesla presentara su batería Powerwall que al Gobierno no le han entrado las prisas, aunque ahora el texto tiene un cariz ligeramente diferente al que pedían los profesionales del sector. Estos querían que desde la administración se impulsase el autoconsumo eléctrico en España, y parece que esto pasaba por regular un sistema en el que inicialmente se habló de un «peaje de respaldo», un impuesto por el que el consumidor pagaba por la electricidad que gastase al conectarse a la red eléctrica.

Según Industria, este concepto se ha convertido en el «aspecto más controvertido de la propuesta inicial» y lo han solucionado cambiando el nombre, ahora se llama «cargo por autoconsumo».

Curándose en salud, el texto del borrador del ministerio asegura estar haciendo un «esfuerzo por la promoción de la instalación de pequeño tamaño», idea que se queda en papel mojado ya que, el autoconsumidor, más allá de pagar por usar la red eléctrica convencional, tendrá que desembolsar en cualquier caso los denominados «cargos del sistema», un gravamen que cubrirá desde las primas a las renovables hasta las anualidades del déficit de tarifa.

La conclusión a la que se llega es que, con esta regulación, los consumidores no solo no podrán recurrir a baterías como la lanzada recientemente por Tesla, sino que sufrirán una penalización para los sistemas de almacenamiento que ya incorporan los nuevos paneles solares. Solo podrán usar estos acumuladores los que no se conecten a la red eléctrica y dispongan por tanto de una instalación aislada.