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El papel del CIO en la empresa digital

La transformación digital ha cambiado el papel del CIO, que a partir de ahora cobra más protagonismo.

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La transformación tecnológica ha propiciado que en las empresas exista una nueva forma de hacer las cosas, de llegar a los objetivos. Las organizaciones se mueven hacia la transformación digital y ésta no sólo pasa por contar con las últimas soluciones y novedades. Los gestores de la tecnología, los CIO, deberán estar preparados para sacar el máximo partido de esta nueva etapa.

Jose María de la Torre, actual vicepresidente y director general de HP Enterprise Group para España y Portugal, comentaba que las empresas tienen que aprovechar las ventajas que aporta la movilidad para conectarse desde cualquier sitio y cualquier lugar.

No sólo consumen datos, también generan muchos porque comparten la información de sus dispositivos con el resto de la sociedad; necesitan socializar con otros usuarios; exigen acceso inmediato a la información, y además son impredecibles porque no se sabe cuántos de ellos pueden acceder a nuestros servicios, por lo que hay que tener en cuenta la necesidad de escalar la infraestructura de TI para dar respuesta a cualquier pico de demanda.

¿Cuál es el papel del CIO en este escenario digital? 

Christian Verstraete, encargado de asesorar a los clientes en su transición hacia la nube dentro de HP, nos cuenta cómo Ramón Báez, CIO de HP, le comentaba a un cliente que el departamento de TI ya no podía trabajar con ciclos de lanzamiento anuales o bianuales. Ramón Báez apuntaba que ahora mismo es impensable decirle a un cliente que no se puede llevar a cabo una actualización argumentando que tendrá que esperar 18 meses a que esté preparada.

El TI tradicional es como un camión cisterna o un portaviones, y lo que necesita el negocio es una Zodiac o una lancha a motor, sostenía Ramón Báez, que pretende alcanzar las 30 actualizaciones por año.

TI no es sólo infraestructura

La infraestructura se está convirtiendo en un producto, se ha estandarizado y funciona de manera automática. En este punto surge una pregunta, ¿qué pasa cuando una empresa quiere centrarse en la nube, ya sea privada o híbrida? En este caso deberá decidir si es su departamento de TI el que controla la infraestructura o se lo dejan a un tercero que pueda gestionarla.

Confiar en un tercero puede tener grandes ventajas, sobre todo en lo que concierne a la agilidad, la seguridad y la preparación de los empleados. Además, hay que tener en cuenta que gestionar nosotros mismos nuestra infraestructura en la nube no nos aportará ninguna ventaja frente a la competencia.

El Cloud Computing ha cambiado el paradigma y ha puesto el foco en lo que hacemos en la nube y no en la infraestructura en sí misma. Ahora son los procesos de negocio y las aplicaciones las que reciben toda la atención.

Aplicaciones, cargas de trabajo y procesos de negocio

Cuando el negocio necesita transformarse es porque algo ha cambiado en la gestión del trabajo. O bien hay que modificar todo el proceso de negocio o una funcionalidad concreta. Todos estos pasos y funcionalidades se sustentan en aplicaciones concretas, por lo que será necesario cambiar alguna de estas aplicaciones. Las aplicaciones que se ejecutan en la nube normalmente están relacionadas con cargas de trabajo, por tanto, en última instancia, todo se reduce a la evolución en la gestión de las cargas de trabajo.

La necesidad de cambio puede provenir de los movimientos de la competencia, de los cambios en la demanda o en la legislación, de nuevas oportunidades, etc. Además, como el mundo cada vez es más global, los competidores pueden residir en cualquier lugar del mundo, por lo que la necesidad de cambio se vuelve más regular.

En este sentido, el papel del departamento de TI es asegurarse de tener una respuesta rápida para cualquier cambio, se convierte en el motor que permite aprovechar beneficios del mercado. A menudo se tratará de un departamento fundamental que garantizará que la empresa se mueve con rapidez y por tanto consige mejores resultados.

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El CIO, un agente de cambio

El TI tradicional tenía que ver con la continuidad de las operaciones y cómo llevarlas a cabo con la menor interrupción posible. Pero lo «tradicional» ya no tiene nada que ver con cómo funcionan las empresas en la actualidad. Hoy en día se trata de agilidad y rapidez en la respuesta, aquí es donde entra en juego el CIO. El CIO será el responsable de impulsar los cambios en el departamento de TI. En este proceso de cambio existen tres pasos:

Transformar la infraestructura para que permita un aprovisionamiento rápido. Tiene que ser en minutos, no días o semanas. Esta es una de las oportunidades de la nube, que permite crear entornos sensibles a la vez que garantiza una infraestructura eficiente. La nube permite mejorar la eficiencia de la infraesctructura casi un 50%.

Asegurarse de que la organización se vuelve más reactiva. También se implementarán metodologías ágiles y se mejorarán las interacciones entre el desarrollo y las operaciones, todo esto se consigue gracias a la automatización. Este proceso es el llamado DevOps. Ahora nuestra organización podrá responder a las necesidades de negocio de manera rápida y desarrollar funcionalidades en tan sólo un par de semana. Entornos como CloudFoundry permiten acelerar los procesos de desarrollo.

Acercar TI al negocio. Es necesario que los miembros del departamento de TI entiendan el negocio, para que sean capaces de responder a las demandas de otros departamentos. Con ello se consigue el tiempo rápido de respuesta comentado anteriormente.

Hay que dejar claro que todos estos cambios no llegan en un solo día, transformar el entorno lleva tiempo. Será necesario alterar la cultura empresarial y también las mentalidades, para ello hay que empezar comunicando estos cambios lo antes posible y dejando clara la visión que se quiere alcanzar y cómo llegar a ella.  Por último, deberá ser el CIO quien lidere esta transformación.

Imágenes: Shutterstock

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