Evan Spiegel, hombre de moda… y no por Snapchat

Joven, multimillonario, pareja (de momento) de Miranda Kerr, con un Ferrari 458 Spider… Todo lo que rodea a Evan Spiegel está bañado de brillos y resplandores. Saltó a la fama por ser el creador de Snapchat, una popular y cuestionable aplicación que permite a sus usuarios compartir entre grupos de amigos vídeos que se «autodestruyen» después de visionarlos, incluso de los propios servidores de Snapchat.

No es por su labor como CEO y empresario por lo que Spiegel es conocido más allá del mundo geek, sino por llevar un estilo de vida que nada tiene que ver con la de los otros hombres fuertes del sector. No todos han sido portada de L’Uomo Vogue ni han posado para la popular revista de moda en plan «oso abrazando un perrito». Eso da idea de que la vida mediática de Spiegel se mueve en una balanza que tiene Bloomberg en un platillo y Vanity Fair en el otro.

Como personaje público y responsable de una de las startups tecnológicas más rondadas por los grandes, este paseo por las páginas de moda de Vogue no ha dejado indiferente a los medios del sector. Business Insider no ha tardado en hacerse eco del hecho y compararlo rápidamente con los verdaderos visionarios de Silicon Valley. Gente como Mark Zuckerberg, Bill Gates o Steve Jobs, hechos a sí mismos, que tuvieron una idea y crearon un imperio sobre ella que ha cambiado el mundo. Pero no nos confundamos, no han acabado con el hambre ni nada de eso, sólo han creado un universo de fieles que les reportan mucho, pero que mucho dinero.

Spiegel suele hablar de su abandono de Stanford como uno de sus puntos comunes con Gates y Zuckerberg. Incluso la acusación de «robo de idea» por parte de un antiguo compañero de Universidad podría acercarle al creador de Facebook, pero ya está. Spiegel ya era rico antes de perpetrar Snapchat, la discreción personal no va con él y está muy lejos de vestir al estilo «ahora que soy rico puedo comprarme millones de camisetas zarapastrosas» que tiene Zuckerberg, o del atuendo sobrio de Jobs. Le gusta el lujo y le gusta mostrarlo. Encima su moralidad, aunque sea de cara a la galería, ha sido cuestionada alguna que otra vez por comentarios o viejos correos destapados.

Quizá por todo esto, y porque Snapchat está valorada en 2.000 millones de dólares, tiene 30 millones de usuarios activos (aproximadamente un 60% de las personas con móvil de entre 13 y 34 años de EE.UU.), planean salir a bolsa y rechazó una sustanciosa oferta de compra de Facebook por 3.000 millones cuando la app no facturaba ni un euro, Spiegel está en el foco de interés del mundo tecnológico. Así es normal entender que cada vez que respira hasta los medios más grises se vuelvan rosa.