El CEO de Tinder habla y sube el pan

Sean Rad, el CEO de Tinder, ha concedido una entrevista al diario Británico Evening Standard y, la verdad, sea por inexperiencia, por inseguridad o por quién sabe qué, no ha quedado en muy buen lugar. Lo fundamental es que Match.com, empresa propietaria de Tinder, publica en estos días el precio de salida por el que cotizarán las acciones del popular servicio online de citas. Y, normalmente, cuando una empresa va a salir al bolsa, sus directivos y ejecutivos suelen guardar silencio, evitan las declaraciones públicas y, en caso de tener que hacerlas, el contenido de las mismas suele ir medido al milímetro.

Sin embargo, en la publicación se incluyeron ciertos datos sobre la empresa que, al ir junto a la entrevista, pueden dar la sensación de que son reconocidos por el joven CEO. Concretamente, se hablaba de que el servicio tiene, según varios analistas, alrededor de 80 millones de usuarios, y que se producen unos 1.800 millones de swipes (el modo de interacción inicial entre usuarios) diariamente. El problema es que esos datos no coinciden con los facilitados por Match en su nota informativa a la SEC previa a la salida a bolsa. En ese documento se habla de 9,6 millones de usuarios activos y alrededor de 1.400 millones de swipes cada día. La divergencia entre los datos hechos públicos por la compañía y los reflejados en la entrevista a su CEO han obligado a Match.com a emitir un duro comunicado en el que afirma lo siguiente: El artículo [la entrevista] no fue aprobada y el contenido no ha sido revisado por la empresa. El Señor Rad no es directivo ni ejecutivo de la empresa [de Match] y no estaba autorizado a realizar declaraciones en nombre de la empresa en el artículo [la entrevista].

Evidentemente, con esta declaración la empresa busca evitar los problemas que la entrevista del directivo de Tinder pueda provocar de cara a la salida a bolsa de la empresa y, en todo caso, avalar la información facilitada a la SEC, con unos datos inferiores a los que se publicaron en la entrevista.

En un plano más personal Rad, de 29 años, también tuvo margen para «lucirse». Uno de los aspectos más destacados por los medios, y que demuestra la necesidad del joven de proyectar una buena imagen, fue su interés en contar que, desde hace algún tiempo, una top model lo está acosando para tener relaciones sexuales con él (sí, has leído bien). ¿Y cómo reacciona él ante dicha situación? Pues con un claro desinterés, según ha contado. Parece que lo que él realmente busca es un desafío intelectual (algo en lo que suponemos que la supermodelo no da la talla). Y ahí, precisamente en ese momento de la entrevista, es dónde se produjo el momento más sorprendente, surrealista, incomprensible… faltan adjetivos para definirlo.

Fue, al contar la anécdota sobre la top model acosadora, cuando dijo lo siguiente, –Al parecer hay una palabra para definir a las personas que se sienten atraídas (o que se excitan) por la inteligencia, ¿cuál es la palabra?–, en este momento se notó en su cara que estaba esforzándose para recordar el término, –Me refiero a Sodomía.– En ese momento, la persona de comunicación de Tinder que acompañaba al CEO sólo acertó a decir –¡Ya está, nos van a despedir!– a lo que, confuso, Rad únicamente supo responder –¿Qué? ¿Por qué?–

Esperemos que, al menos, el joven ejecutivo sea capaz de deslumbrar a propios y extraños con sus miradas Magnum y Acero Azul. Zoolander era capaz de salir de cualquier atolladero con ellas, así que le recomiendo a Sean Rad que ensaye mucho frente al espejo. De lo contrario, parece que su futuro inmediato no será demasiado bueno. Al menos el laboral, quizá en el sentimental esté abierto a reconsiderar la oferta de la anónima y despechada top model. Claro que también es posible que, después de leer la entrevista, ella decida que, intelectualmente, el joven CEO no da la talla. O que no le gusta nada eso de la sodomía. O las dos cosas, quién sabe.

Imagen:Hollywood Branded