El CEO de EMC promete que todo irá bien (para sus clientes)

La fusiones empresariales son, siempre, una noticia a destacar. Y si son, en el momento de producirse, las más grandes de la historia (al menos en su sector), todavía mucho más. Así, llevamos ya semanas hablando de la adquisición de EMC por parte de Dell. La operación, cifrada en 65.000 millones de dólares, y que sirvió para reducir las presiones a las que se estaba viendo sometida EMC para segregar VMware ha tenido, no obstante, una acogida bastante irregular.

Por una parte, los ingresos de EMC se han reducido, en una clara respuesta del mercado a la incertidumbre de qué supondrá para EMC, un gigante de las infraestructuras online, pasar a ser propiedad de Dell. Y, por otra, la adquisición todavía se enfrenta a algunos flecos que la pueden poner en peligro. tampoco ayudan a calmar las aguas. Así, hace sólo unos días Michael Dell tuvo que pronunciarse públicamente sobre lo conveniente de la fusión, y ahora ha sido David Goulden, CEO de EMC, quien ha intentado aportar su granito de arena.

Según información de The Register, el máximo responsable de la tecnológica ha remitido una carta a sus actuales clientes, en la que promete que las incidencias en el actual catálogo de productos de EMC será mínima una vez que concluya la fusión de ambas empresas en una. Al igual que afirmo Michael Dell hace unos días, Goulden refuerza el mensaje de que las actividades de ambas compañías son complementarias, y pide confianza a clientes actuales y futuros. Y en la misma misiva, se compromete a que EMC mantendrá el foco principal (absoluto, dice) en sus clientes, lo que sostiene en un planteamiento de cinco puntos:

• Mantener el nivel de calidad de la experiencia de usuario que viene facilitando hasta ahora.
• Consolidar su liderazgo en el sector manteniendo su trabajo en I+D aplicados tanto a los productos ya existentes como a los que están por venir.
• Sostener su compromiso de libre elección del cliente (es decir, evitar bloqueos o complicaciones si éste desea, en algún momento, cambiar).
• Hacer crecer todo su «ecosistema» de partners y socios tecnológicos.
• Escuchar de manera activa (y continua) el feedback de los usuarios, e informar de manera puntual y clara a los mismos sobre todas las actualizaciones relativas a servicios, productos y empresa.

Hay, evidentemente, una clara necesidad por parte de los directivos de ambas empresas de hacer llegar a la comunidad un mensaje de tranquilidad, transmitir continuidad en la operativa de ambas empresas y, sobre todo, de dibujar un futuro escenario en el que la suma de ambas empresas de lugar a algo mucho más grande que lo que arrojaría la suma aritmética de sus partes. No es un mensaje sencillo, menos aún para una audiencia más bien poco crédula, pero es bastante probable que el futuro de Dell y EMC pase, en gran medida, por lograr que funcione.