¿Quién es George Hotz?

Quizá el nombre de George Hotz no te resulte demasiado familiar. Sin embargo, seguro que sí que conoces algunos de sus grandes éxitos. Ganó notoriedad mundial bajo el pseudónimo Geohot, cuando sólo tenía 17 años, al ser el primer hacker capaz de romper el bloqueo de operador del iPhone. Y su relación con iOS duró bastante tiempo, pues fue el responsable de la detección de varios agujeros de seguridad en el sistema, que fueron explotados para varias versiones de jailbreak. Poco después, en 2011, se planteó romper la seguridad de otro sistema, el de la consola PlayStation 3. También lo consiguió, algo que le valió una demanda por parte de Sony, contencioso que finalizó con la multinacional retirando la demanda a cambio de que Hotz se comprometiera a no volver a «atacar» nunca ningún sistema ni dispositivo del fabricante.

Desde entonces, y tras pasar por la universidad, ha trabajado en breves periodos en empresas como Google o Facebook, si bien la experiencia no le ha resultado satisfactoria en ninguna de ellas, razón por la que ha abandonado todos los trabajos poco tiempo después de empezar. ¿Y cómo se gana la vida? Principalmente, ganando concursos de hacking en los que empresas ofrecen premios a aquellos que sean capaces de romper sus sistemas de seguridad. Por ejemplo, gracias a Pwnium, detectar una vulnerabilidad grave de Chrome OS le permitió ingresar 150.000 dólares. Obtuvo otros 50.000 dólares en Pwn2Own al detectar un problema de seguridad en Firefox y, en un concurso realizado en Corea, y pensado para equipos de cuatro, se inscribió en solitario y obtuvo el primer premio y otros 30.000 dólares.

¿Y a qué se dedica ahora mismo George? Pues a desafiar a Tesla y a Google en el campo de la inteligencia artificial aplicada a los vehículos autónomos. Tras acabar un poco aburrido de los concursos, decidió estudiar más sobre inteligencia artificial y, poco después, trabajó durante un tiempo en Vicarious, una startup especializada en esta materia. Trabajo que le sirvió para convencerse de que había encontrado algo que realmente le gustaba y entendía. Y que vio muy relacionado con el mundo del motor. Y en ese momento, aprovechando una amistad común, conoció a Elon Musk, con quien habló largo y tendido sobre Tesla y, especialmente, sobre Mobileye, una empresa especializada en inteligencia artificial cuyo software forma parte del sistema de conducción autónoma de Tesla.

En dicho encuentro, Musk tuvo claro que quería contar con George Hotz en Tesla, oferta que materializó poco después al saber que el joven genio estaba trabajando en su propio proyecto de sistema de conducción autónomo, Comma. Sin embargo, pese a agradecerle la oferta, la declinó y, a cambio, le propuso volver a hablar cuando su trabajo fuera capaz de superar al de Mobileye, algo que se mediría con dos vehículos (uno de Tesla y otro con el sistema de Hotz) circulando en similares circunstancias.

Recientemente Hotz se puso en contacto con Bloomberg y, desde entonces, uno de sus editores ha podido probar en primera persona los avances que éste ha logrado en poco tiempo. Su coche, un Honda Acura ILX profundamente tuneado (el espacio de la guantera ahora lo ocupa varios componentes electrónicos, la palanca de cambio ha sido sustituida por un joystick y el centro del salpicadero está ocupado por una pantalla de 21 pulgadas) ya ha sido capaz de circular de manera autónoma por una autopista en California. Y la propuesta de Hotz, cuando el sistema funcione adecuadamente, es vender su kit compuesto de software y hardware (sensores incluidos) por unos 1.000 dólares. ¿Sus clientes potenciales? Los propios fabricantes de coches, pero no descarta venderlo también a aquellos particulares capaces de instalarlo en sus vehículos (esto no será sencillo, eso sí).

Imagen: SHARE Conference