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La inteligencia artificial acabará con los abogados

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Robot abogado

La inteligencia artificial es, a día de hoy, un campo de la evolución tecnológica que suscita un sinfín de dudas. Por ahora las funciones que es capaz de llevar a cabo son menores, pero las predicciones que apuntan a que en no mucho tiempo empezaremos a ver cómo evoluciona su capacidad de asumir tareas más complejas. Y llegado un momento, los sistemas con IA serán capaces de llevar a cabo trabajos que requieren una gran cualificación y, además, el manejo de grandes volúmenes de datos. Un claro ejemplo de ello es el estudio al que hace alusión Legal Futures, y que afirma que en 2030 la inteligencia artificial podría provocar un colapso estructural (structural collapse) en el campo de los despachos y bufetes de abogados.

El el informe The near future for law firms, de Jomati Consultans, se aborda el problema del envejecimiento de la población, y se relaciona con que esa población generará mucho trabajo relacionado con consultas y reglamentación legal relacionada con las personas mayores. Trabajo que, hasta ahora, ha recaído principalmente en ese sector profesional. En opinión de los creadores del informe –Ya no es realista considerar que los sistemas automáticos basados en inteligencia artificial podrían alcanzar el punto de producción en general en 2030… tras mucho tiempo de incubación y la experimentación, esta tecnología está en disposición de evolucionar, a partir de ahora, de manera asombrosa–.

Actualmente, estos sistemas automáticos basados en IA realizan operaciones menores, pero ya nadie duda de que, visto su buen funcionamiento en las mismas, ahora sólo falta que esos sistemas, así como sus sucesores, sigan en su proceso de aprendizaje. Pronto podría llegar el momento en el que uno solo de estos sistemas sea capaz de realizar el mismo trabajo que 6 socios «junior» de un despacho, se llega a afirmar en el informe. Con la ventaja de que, además, no se cansan, no piden aumentos y ascensos, etcétera. La buena noticia asociada a esto es que, al menos en teoría, esto debería traducirse en un rápido y muy acusado descenso de los costes que deben afrontar los usuarios que tienen necesidad de estos servicios.

 

 

 

Imagen: The Trial Warrior

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