Capacidad de trabajo y velocidad de impresión, entendiendo su importancia (I)

A la hora de elegir una impresora hay dos aspectos muy importantes que debemos tener en cuenta desde el primer momento, ya que de ellos dependerá que acabemos haciendo o no una buena compra, acorde a nuestras necesidades, la capacidad de trabajo y la velocidad de impresión.

Los dos tendrán un gran impacto en el flujo de trabajo de nuestra empresa, y también en la capacidad de enfrentar retos y proyectos con garantías de éxito, de buscar y cumplir nuevos objetivos e incluso en los costes que deberemos enfrentar.

Capacidad de trabajo

Al hablar de capacidad de trabajo estamos haciendo referencia a la cantidad máxima de páginas impresas que es capaz de sacar una impresora dentro de su franja óptima, es decir, aquella en la que consigue su mejor relación de eficiencia sin llegar a forzar sus mecanismos.

Esto implica que cuando nos mantenemos en ese límite óptimo de impresiones estamos aprovechando nuestra impresora al máximo, sin forzarla y sin llegar por tanto a exigirle por encima del nivel recomendado, algo importante ya que contribuye a mantenerla en buen estado y a garantizar una larga vida útil.

Bien, con esto en mente es fácil entender porqué es necesario elegir una impresora que cumpla con nuestras exigencias de capacidad de trabajo, ya que si por ejemplo necesitamos una solución capaz de sacar 6.000 páginas al mes sin problema y compramos una que tiene un límite óptimo de 1.500 páginas mensuales estaremos no sólo habremos hecho una mala compra, sino que además nos habremos creado una ineficiencia clara.

Junto a la capacidad de trabajo juega un papel muy importante la velocidad de trabajo, ya que ambas vienen casi cogidas de la mano y deben estar equilibradas, pero sobre ello hablaremos en la segunda parte.

Continuará…

Más información: HP.