Volkswagen producirá eléctricos en Estados Unidos

¿Quién dijo que un castigo no puede convertirse en algo positivo? Volkswagen podría estar a punto de comprobarlo ya que, según informa la Agencia Reuters, la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) se encuentra en negociaciones con el fabricante aleman para buscar una justa solución al fraude por las emisiones que persigue al grupo desde hace meses. Las estimaciones afirman que hay, sólo en Estados Unidos, aproximadamente 600.000 vehículos diesel que podrían llegar a emitir hasta 40 veces el límite legal en el país. Y aunque el fabricante ya está tomando medidas en todo el mundo para solucionar el problema, cada país tiene un marco regulatorio distinto y, por lo tanto, el fabricante debe adaptarse a cada contexto.

Y lo interesante de lo que está ocurriendo en Estados Unidos es que, como parte del acuerdo entre Volkswagen y la administración federal, el fabricante ha sido «invitado» a emplear la planta de producción que tiene en Chattanooga (Tennessee) para producir coches eléctricos, gran parte de ellos (por no decir la totalidad) para consumo doméstico. Además, el acuerdo que todavía se está negociando también incluiría la colaboración del fabricante en la puesta en marcha de una red de estaciones de carga eléctrica (electrolineras) a lo largo (y ancho) del país. No ha trascendido si dicha red sería de uso exclusivo para los coches del fabricante, o, por el contrario, para cualquier vehículo de cualquier fabricante. Y tampoco si el uso de la misma sería gratuito para los usuarios de eléctricos de Volkswagen (tal y como ya ofrece Tesla).

De lo que no cabe duda es de que, sin duda, un acuerdo así sería beneficioso para todas las partes: para Estados Unidos porque la producción local de vehículos eléctricos, y más de Volkswagen (una marca con un gran prestigio en aquel mercado) ampliaría la oferta, mejoraría el precio de la misma y, en resumen, sería un acicate más para aquellos conductores que se plantean dar el salto a lo eléctrico. Y a más eléctricos, menos co2 en su aire. También sería positivo para el propio fabricante, que puede ver que en vez de enfrentarse a una sanción económica «sin más», sí que obtendrá un beneficio directo por el dinero que tendrá que invertir como consecuencia del incidente. Un castigo ejemplar, diría yo.

Imagen: Mariordo