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El futuro de Tesla según Elon Musk

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Tesla Model S

En estos tiempos todos observamos con atención la evolución de los coches inteligentes, en los que se combina la apuesta por la energía eléctrica como sustituta de gasolina, gasoil y otros combustibles de origen fósil, y la implementación en los mismos de múltiples soluciones tecnológicas dirigidas a facilitar al máximo la conducción, con sistemas semiautónomos (como los ya populares asistentes de aparcamiento) y una carrera muy competitiva para llegar a 2020 con los primeros vehículos autónomos listos para salir al mercado. Una de las empresas pioneras en el desarrollo del coche inteligente es, sin duda, Tesla, que con tres modelos (dos ya en el mercado y un tercero «llegando») y una demanda astronómica de coches, se enfrenta a una creciente competencia, tanto de fabricantes «de toda la vida» que han dado el salto a este nuevo mercado, como de empresas de nueva creación, como Le Holdings Co, que pretenden hacerse con un buen trozo de este nuevo y suculento pastel. Pero, ¿cuál es la situación actual de Tesla? ¿Y su visión del mercado? Su fundador, Elon Musk, ha hablado sobre ello en la conferencia Future Transport Solutions celebrada recientemente en Oslo, y a continuación destacamos lo más interesante de sus palabras.

Ahora mismo, el principal desafío al que se enfrenta Tesla es, sin duda, ser capaz de cubrir la demanda de su recientemente presentado Model 3, un sedán de clase media que, a diferencia de sus dos anteriores modelos (Model S y Model X) tendrá un precio que lo acerca a las economías de la clase media norteamericana (y del resto del mundo desarrollado, cuando esté disponible en el resto de mercados). Y es que si comparamos los precios de entrada, un Model 3 costará 35.000 dólares, la mitad de los 70.000 en los que arranca el Model S. Pero además, gracias a las ayudas tanto federales (las que se aplican en todo Estados Unidos) como las estatales (las propias de cada estado), el precio que tendrá que pagar una persona interesada en comprarlo puede reducirse hasta los 25.000 dólares, que es la media que se invierte en Estados Unidos en un coche nuevo. Musk destacó el subsidio federal (de 7.500 dólares) frente a Ketil Solvik, Ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Noruega, destacando así la importancia de que los gobiernos apoyen la venta de vehículos eléctricos. Y es que, ya solo por la baza medioambiental, la sustitución progresiva del parque móvil basado en combustibles fósiles por uno movido por la electricidad, ya supondría un fuerte espaldarazo a las políticas prometidas por países de todo el mundo para luchar contra el cambio climático.

Pero para Musk, Model 3 es solo el primer paso, aumentando sustancialmente la producción se lograría, sin duda, reducir aún más los costes, haciendo que el coche eléctrico sea cada vez más económico, incluso hasta llegar al punto de poder competir en precio con los vehículos con motor de explosión sin necesidad de subvención alguna. –Estoy muy feliz por poder producir un coche que podrá permitirse casi todo el mundo–, dijo el emprendedor en el encuentro, –y habrá coches más económicos en el futuro–. Y en ese momento habló de la, de momento hipotética, cuarta generación de Tesla, un futuro y aún sin nombre Model 4, dando por seguro que será todavía más económico que el actual Model 3.

Un aspecto que siempre resulta polémico es el de los subsidios, las ayudas públicas a empresas, inversores y compradores privados. Sin embargo, al hablar de ellas, Musk además de defender la política estadounidense de ayudar a los compradores de coches no contaminantes, también mencionó que, pese al desconocimiento de gran parte de la ciudadanía, las industrias dedicadas a los combustibles fósiles llevan muchos años recibiendo grandes ayudas de dinero público. Por ejemplo, según un informe publicado recientemente por el Fondo Monetario Internacional (FMI), los subsidios dirigidos en todo el mundo a subvencionar la energía «sucia» alcanzaron los 5,3 billones de dólares, nada menos que un 5,6% de la suma del producto nacional bruto de todos los países del mundo.

También habló, por supuesto, de las funciones de conducción autónoma. En su opinión, a adopción de vehículos semiautónomos y autónomos será muy rápida. Tesla Model 3 cuenta ya con el reconocido piloto automático del fabricante, y aunque todavía queda mucho trabajo por hacer hasta que el mismo sea completamente seguro, según datos de Musk este sistema ya es capaz, en su estado actual, de reducir el número de accidentes a la mitad, con respecto a la conducción manual. Y a este respecto hay que darle la razón. Es normal y bueno que se exija el máximo nivel de seguridad a estos nuevos sistemas, soñar con un mundo en el que la siniestralidad en la carretera sea solo un macabro recuerdo del pasado es emocionante y excitante, claro. Pero no hay que perder de vista que, en el punto actual, algunos de los sistemas autónomos más desarrollados ya son más seguros que nosotros al volante. Una vez que esto sea entendido y reconocido por la mayoría, y que los desarrollos tecnológicos alcancen su punto de madurez y se generalicen, lo más probable es que se produzca una gran explosión en lo que se refiere al uso de los mismos.

Imagen: Martino Castelli

 

 

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