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HPE Integrity NonStop X NS3 X1 y NS7 X1, escalabilidad, rendimiento y fiabilidad
Una de las decisiones más complejas a la que se enfrentan los CTOs y CIOs durante el desarrollo de su trabajo es elegir los componentes adecuados para las infraestructuras que han planificado y que tienen que poner en marcha y gestionar. Ni un solo elemento debe ser dejado al azar, pues hasta un simple cable puede incidir de manera directa en el rendimiento de todo el sistema.
Sin embargo, hay determinadas partes de la infraestructura que, sin duda, deben estar las primeras en la lista, hasta el punto de supeditar el resto de elecciones a las mismas. Estamos hablando de los servidores. Tanto si nos referimos a una pyme que acaba de adquirir su primer bastidor, como si se se trata de una gran corporación que ya cuenta con una sala fría de gran tamaño, los sistemas que se encargarán de dar servicio a la demanda de usuarios (tanto internos como externos) son el epicentro de la acción.
Alta disponibilidad y misión crítica
Aunque son muchas las opciones existentes a este respecto, la lista se va volviendo más y más pequeña a medida que vamos afinando requisitos. Y la principal criba llega cuando empezamos a hablar de alta disponibilidad y misión crítica, es decir, de servidores en los que sepas que puedes confiar todo tipo de tareas, sabiendo que no te van a dejar «tirado» ante cualquier fallo o problema en los mismos.
Y es que, en contra de la creencia popular, no todos los servidores funcionan «más o menos igual». Hay equipos que, aunque se monten en bastidor, apenas se diferencian en prestaciones y fiabilidad de un PC clónico, mientras que otros han sido diseñados y producidos con especial atención a cada detalle, con el fin de satisfacer las más exigentes demandas.
Tal es el caso, sin duda, de la familia HPE Integrity NonStop, una completa gama de servidores con distintas configuraciones y que, desde el más básico nivel de entrada hasta las altísimas prestaciones de sus modelos tope de gama, cuenta con todo lo necesario para garantizar siempre un óptimo rendimiento.
Entornos NonStop
A continuación hablaremos de X NS3 y X NS7, las dos novedades dentro de HPE Integrity NonStop, pero antes de ello creo que es interesante repasar algunos de los aspectos más relevantes dentro de la familia de servidores de alta disponibilidad de HPE, para entender qué los hace distintos del resto de dispositivos que puedes encontrar en el mercado.
Aunque hay muchos elementos a este respecto, hay uno que considero especialmente importante. Y no es otro que la disponibilidad. El nombre NonStop no es en vano, puesto que todo en estos servidores ha sido pensado para garantizar un funcionamiento sin interrupciones y sin que las horas y horas de funcionamiento continuado vayan degradando el rendimiento del sistema hasta forzar su reinicio.
Para ofrecer una garantía real de alta disponibilidad, lo que la consultora IDC define como Availability Level 4 (AL4), los servidores de esta familia combinan un hardware especialmente seleccionado y certificado en su fiabilidad y rendimiento, el sistema operativo HPE NonStop OS y el entorno adecuado para que todas las aplicaciones y procesos que se ejecutan en el mismo no comprometan la estabilidad global del sistema.
Y es que, en la mayoría de las ocasiones, cuando un sistema se queda «colgado», en realidad el problema no es del propio sistema operativo, sino de algún proceso que se está ejecutando en el mismo. Así, contar con una sistema especialmente diseñado para evitar ese tipo de problemas, garantiza una alta tolerancia a fallos, que es algo de lo que adolecen los sistemas genéricos, ya que no pueden asegurar alta disponibilidad en entornos de misión crítica.
En cuanto a su hardware, son múltiples las configuraciones disponibles para cada uno de los modelos de la serie, desde el punto de entrada HPE Integrity NonStop X NS3 X1 hasta el sistema de altísimo rendimiento HPE Integrity NonStop X NS7 X1, todos ellos ofrecen un interesante rango de configuraciones con las que es posible lograr un sistema que se adapte de manera concreta a las necesidades de infraestructura de cada empresa. Siempre, eso sí, con una selección concreta de componentes y dispositivos que garanticen el adecuado rendimiento de los servidores. Veámoslo a continuación con dos modelos concretos.
HPE Integrity NonStop X NS3 X1
El punto de entrada a la familia HPE NonStop parte de una configuración de dos o cuatro CPUs por sistema, equipadas con procesadores Intel Xeon E5-2600 v2, con configuraciones de memoria en el rango de los 32 y 64 gigabytes por CPU y hasta 256 Gbytes por sistema completo. Con estas configuraciones se puede acceder a un servidor asequible pero que, por prestaciones, está a la altura de las necesidades de pequeñas y medianas empresas con una creciente necesidad de gestión de datos en servidores.
En lo que se refiere a almacenamiento, cuenta con 25 bahías de 2,5 pulgadas para discos tanto mecánicos como de estado sólido (SSD), por lo que el espacio no será un problema. Y en cuanto a conectividad, cada servidor cuenta con cinco puertos gigabit ethernet (1000Base-T), así como con cuatro conexiones FDR InfiniBand, con las que es posible interconectar los servidores entre sí a una velocidad de hasta 56 gigabits por segundo, lo que garantiza que el tráfico de datos en, por ejemplo, operaciones de balanceo de carga, no penalizará el rendimiento y no incidirá en el tiempo de respuesta.
Cuenta, claro, con redundancia tanto en el sistema de alimentación como en el de refrigeración (dos aspectos fundamentales en los que la disponibilidad es crítica) y se adapta a las normas 42U y 36U, lo que garantiza su encaje en prácticamente cualquier armario y bastidor. Se trata, en resumen, de un servidor de altas prestaciones, capaz de satisfacer las necesidades de empresas y servicios para los que la disponibilidad sea una condición prioritaria. Y, con las distintas configuraciones con las que está disponible, se adecua a las necesidades de empresas que necesitan un servidor de entrada, pero que ofrezca una disponibilidad absoluta, que sea fácilmente ampliable en hardware y sofftware, y que facilite el escalado de la infraestructura integrándose con facilidad con otros sistemas.
HPE Integrity NonStop X NS7 X1
Si el NS3 es un excelente punto de entrada, con el NS7 X1 estamos hablando de un servidor tope de gama, diseñado para asumir grandes cargas de trabajo, con la garantía de un sistema con nivel de disponibilidad AL4, según la clasificación de IDC. Es decir, que su funcionamiento no se verá comprometido por fallos, ni su rendimiento se irá degradando durante el tiempo que permanece en funcionamiento, forzando su reinicio simplemente para recuperar su rendimiento original.
Para ello, puede contar con entre 2 y 16 CUPs Intel Xeon E5-2600 v2, lo que garantiza un alto rendimiento en una plataforma con arquitectura x86. En cuanto a la memoria, cada CPU puede oscilar entre los 64 y los 192 gigabytes, por lo que el servidor será capaz de gestionar, en su configuración más elevada, hasta 3.072 gigabytes de RAM. Si hablamos de almacenamiento, integra 25 bahías de 2,5 pulgadas para discos tanto mecánicos (HDD) como de estado sólido (SSD).
En lo referido a conectividad, cada servidor cuenta con cinco puertos ethernet, cuatro de ellos 10GbE (10GBASE-T) de hasta 10 gigabits por segundo y un quinto 1GbE(1GBASE-T) a un gigabit, y con cuatro conexiones FDR InfiniBand, con las que es posible interconectar los servidores entre sí a una velocidad de hasta 56 gigabits por segundo para interconexión entre servidores. Cuenta, por supuesto, con sistemas redundantes de alimentación y de refrigeración, algo imprescindible en un sistema de alta disponibilidad y de misión crítica como es este servidor.
En cuanto a su formato, se adapta a racks 42U y 36U, por lo que es compatible con armarios y bastidores estándar. Y un aspecto que resulta muy importante en sistemas de alto rendimiento como este es el de la interconexión entre servidores a través de redes IP, para la gestión de varios sistemas como si se trataran de un único sistema.
A este respecto, el límite de HPE Integrity NonStop X NS7 X1 es particularmente alto, ya que para una configuración de sistema distribuido permite hasta 255 sistemas, con hasta 783 terabytes de memoria RAM. Esto, por supuesto, con todas las herramientas adecuadas para la optimización de recursos, gestión y balanceo de carga de trabajo y, por supuesto, el clustering como base de la escalabilidad, en el ADN de su diseño.
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