nuTonomy, el futuro (cercano) taxi autónomo

Que faltan pocos años para la llegada masiva de los vehículos autónomos es una realidad de la que ya prácticamente nadie duda. Ahora las apuestas se centran en cuál será el año cero de esta tecnología, y aunque hasta ahora 2020 tenía todas las papeletas, experiencias como la de nuTonomy en Singapur se adelantan a 2019, tal y como recoge hoy Computerworld. ¿Y en qué consiste la propuesta de esta startup? En inundar las calles de Singapur con miles de taxis autónomos que, de cumplirse sus planes, estarán operativos en 2019.

La empresa nuTonomy, que nace como un spin-off del MIT, lleva ya tiempo trabajando en el sistema de control del vehículo y, especialmente, en la parte más sensible del mismo, el sistema de control de colisiones. Así, recientemente han invitado a algunos periodistas a probar el sistema, acompañados por un «conductor» (sentado al volante del mismo, pero sin manejar el vehículo) y un ingeniero de la compañía que controlaba, en tiempo real, el funcionamiento del sistema. La experiencia, según los participantes en la misma, ha sido buena pero mejorable, ya que en ocasiones el piloto automático efectuó frenadas un tanto bruscas al detectar un posible riesgo que, además, en algunos casos no era tal.

El servicio está concebido, al menos de momento, para cubrir distancias bastante cortas, como de la estación más cercana hasta casa o hasta el puesto de trabajo (desplazamientos clasificados como last-mille), lo que en principio facilita la adaptación de la inteligencia de los vehículos a las singularidades propias de un área muy concreta. No obstante, y especialmente a medida que los sistemas que emplean se almacenen en local pero tengan una redundancia constante con la nube, será más y más sencillo hacer que puedan abarcar desplazamientos más amplios.

Todos los participantes en las pruebas concluyen en afirmar que en todo momento se sintieron seguros, pero coinciden en la valoración de los ingenieros del proyecto gestionado por nuTonomy, que afirman que una de las mayores dificultades a las que se enfrentan es a los cruces con otros vehículos en calles estrechas. En estos casos, los coches no terminan de tener claro cómo reaccionar y, en ocasiones, frenan súbitamente y no de manera progresiva, algo que sí que hacen en otras circunstancias. No obstante, hay que tener en cuenta que hablamos de un servicio que comenzará a operar en 2019 y estamos en 2016, así que caben pocas dudas acerca de que en estos tres años esos problemas quedarán más que solventados.

Imagen: Tpsdave