¿Qué sabemos del IT australiano?

Creo recordar que fue en un episodio de Los Simpson donde conocí, por primera vez, una visión (teñida por el sarcasmo de Matt Groening, claro) de la relación entre Estados Unidos y Australia. Y se resumía en que durante un tiempo se puso de moda (con Cocodrilo Dundee a la cabeza) y, poco después, volvió a caer en el olvido. Sin embargo, en nuestras antípodas hay una más que floreciente industria de la innovación, con empresas como Atlassian, que con su catálogo de servicios online centrados en la colaboración y el trabajo en línea están logrando consolidar un sector que puede aportar mucho a la economía del país. Recode publica hoy el estracto de una entrevista a Mike Cannon-Brookes, co-fundador y co-CEO de la compañía junto con su socio Scott Farquhar, en la que habla tanto de la empresa como de la relación entre Australia y Estados Unidos.

Creada en 2002 por ambos socios, Atlassian saltó al mercado de las cotizadas en diciembre del año pasado y, desde entonces, sus títulos se han subido aproximadamente desde los 21 dólares de su precio en la oferta pública de adquisición, hasta los 29,95 con los que cerró su cotización ayer martes. Un dato muy positivo, y más aún si tenemos en cuenta la debilidad general de los mercados, especialmente del tecnológico. «Hemos trabajado muy, muy duro los últimos años», afirma Cannon-Brokes, que además (junto con su socio) supo ver a tiempo las nuevas herramientas que serían necesarias con el cambio en el modo en el que se desarrollan muchos trabajos. La colaboración en remoto y el teletrabajo son tendencia desde hace ya algunos años, y vislumbrar ese nicho de mercado, junto las posibilidades que ofrece la comercialización de servicios online, han permitido a la compañía gozar de su actual situación.

En cuanto a la relación entre Australia y Estados Unidos, el ejecutivo de Atlassian considera que debe establecerse una relación de colaboración, no de competencia. En los últimos años hemos visto como prácticamente cualquier ciudad del mundo ha pretendido competir con Silicon Valley, creando su propio espacio de innovación (aunque en bastantes casos de una manera bastante «pobre»). «No vamos a ganarles [a Silicon Valley]. Vamos a crear un sistema para cooperar con ellos y lograr, así, lo mejor de ambos mundos«, «Las tecnológicas australianas tienen que hacer lo mismo que las de otros países, como Israel, y establecer múltiples canales con Silicon Valley«. Quizá sea un buen consejo, y no solo para las startp-ups australianas, sino también tanto para empresas como para las instituciones públicas que pretenden crear esos nuevos espacios de innovación en ciudades de todo el mundo. Y sí, lo digo mirando a casa.

Imagen: Atlassian