Gartner muestra las tendencias TI que vienen

¿Qué nos deparará el futuro en materia tecnológica? ¿Seremos capaces de adaptarnos a lo que está por venir? Es más, ¿podremos utilizarlo a nuestro favor o, por el contrario, se convertirá en una seria amenaza para nuestras actividades?

La respuesta en gran medida depende, sin duda, de la capacidad de adaptación que demostremos, algo que a su vez está directamente relacionado con el momento en que empecemos a movernos en esa dirección. Es decir, que observar las tendencias e incluirlas en nuestra estrategia global de manera temprana (antes de que lo haga todo el mundo) puede marcar una gran diferencia.

Así, es normal que muchos profesionales intenten adelantar cuál es el futuro, detectando tendencias e intentando proyectar su desarrollo a corto y medio plazo. Uno de los análisis más reputados a este respecto es, sin duda, el que realiza constantemente la consultora Gartner, que cada cierto tiempo publica informes apuntando a esas tendencias que, además, agrupa en bloques que permiten tener una perspectiva mucho más global de lo que está por venir, y del uso práctico que pueden tener esas tecnologías (que igual ya han llegado, pero aún no se aprovechan en su totalidad).

Para medir la posible evolución, la consultora emplea lo que llama Gartner Hype Cycle (en la imagen principal) una representación visual del futuro TI, en qué fase se encuentran estas herramientas y los años hasta que las mismas alcancen la madurez deseada.

Y en función a la situación actual de esas tecnologías, lo más interesante es, sin duda, los bloques que la consultora piensa que se pueden ver alimentados por ellas y que, por lo tanto, pueden ser (y seguramente serán) muy importantes en la tecnología del mañana.

Experiencias inmersivas «transparentes» (transparently immersive experiences)

Hace ya tiempo que la tecnología evoluciona para ofrecer experiencias inmersivas, pues lo cierto es que éstas absorben gran parte de la atención del usuario. Esta tendencia identificada por Gartner apunta al desarrollo de las tecnologías ya existentes y que conocemos, pero también al de otras que aún tardarán en llegar y que dibujan un futuro en el que la presencia modificará y ampliará nuestro entorno, pero lo hará de una manera menos invasiva. Es decir, que no tendremos que preocuparnos por los dispositivos, su manejo y su funcionamiento. Serán los elementos tecnológicos los que se adaptarán a nosotros sin que sea necesaria nuestra intervención para ello.

Algunas de las tecnologías directamente relacionadas con esta tendencia son la realidad aumentada, la realidad virtual, la impresión 4D (elementos que varían según el contexto) o, aunque esto todavía está muy verde, las interfaces cerebro-dispositivo, que pueden suponer una verdadera revolución en el modo en el que interactuamos con las máquinas.

La era de las máquinas inteligentes y perceptivas (perceptual smart machine age)

Smartphones, smartwatches, smartglasses, smartcities… nuestro entorno se va impregnando de inteligencia que se adapta a nuestras necesidades. No obstante, todavía queda mucho espacio para la evolución en este sentido. Mejorar la eficiencia del entorno laboral, eliminar limitaciones impuestas por las actuales herramientas de trabajo, integrar elementos de nuestro día a día en el backend tecnológico de las empresas y aportar mejoras a través de dispositivos IoT pueden suponer un gran cambio, adaptando el entorno y los medios a nuestras necesidades concretas en cada momento.

Esta tendencia se basa en tecnologías como Internet de las Cosas, todos los elementos y dispositivos con el sufijo «smart», los vehículos autónomos (todo tipo de ellos), la interpretación del lenguaje natural y el machine learning, entre otras.

Revolución de la plataforma (platform revolution)

¿Has escuchado hablar alguna vez de la ingeniería neuromórfica? Pues ahora imagina la combinación de inteligencia artificial, basada en machine learning, con una incipiente capacidad de las máquinas de analizar, interpretar e incluso emular el comportamiento humano.

La interpretación inteligente de los mensajes (sean del tipo que sean) y su contexto, permite que los sistemas ofrezcan respuestas adaptadas a esos parámetros. Las redes neuronales tienen mucho que ver en esta tendencia, y su próximo paso evolutivo es el hardware neuromórfico, dispositivos diseñados específicamente para este fin.