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Opinión

Los inicios de Silicon Valley: los ocho traidores

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Silicon Valley

Para los amantes del cine, las películas “Jobs” (Ashton Kutcher) y “Steve Jobs” (Michael Fassbender) habrán pasado a la historia como buenas o malas, con interpretaciones intimistas de los protagonistas, que, en ambos casos, representan a Steve Jobs, fundador de Apple, la empresa con más valor bursátil del mundo y más dinero en caja que el valor en Bolsa de todas las operadoras de telecomunicaciones de Europa juntas. Para quien sabe que Steve Jobs y Apple están relacionados con Silicon Valley y las TIC, el significado de esos filmes es mucho más profundo; no obstante, allí se ha dado, a lo largo de 100 años de innovación, la mayor concentración de talento humano jamás vista en la historia de la humanidad. Esto es algo que recuerdo haber comentado largo y tendido con Juan Soto Serrano, fundador de Hewlett-Packard en España y Portugal. ¿Exagero?

Para demostrar que no me he pasado de frenada, voy a citar algunas de las empresas tecnológicas concentradas hoy en Silicon Valley -muchas conservan el nombre, pero no la independencia, porque han sido adquiridas por otras, como sucede con Oracle, que es voraz comprando compañías- y que hacen que gobiernos, ejércitos, empresas y hogares “funcionen” de la manera en que nos comportamos en el siglo XXI, gracias a la Cuarta Revolución Industrial, y no como en la edad de piedra.

He aquí algunos ejemplos: Adobe Systems, Agilent, Altera, AMD, Apple, Applied Materials, BEA Systems, Cadence Design Systems, Cisco Systems, Ebay, Electronic Arts, Google, Hewlett-Packard, Intel, Intuit, Juniper Networks, Nokia, Maxtor, Microchip Technology, National Semiconductor, Network Appliance, Nimsoft, Oracle Corporation, Siebel, Sun Microsystems, Symantec, Synopsys, Veritas Software, Yahoo!, Informática Corporation, Tesla Motors, Adaptec, Alphabet/Google, Atmel, Cypress Semiconductor, Facebook, Flextronics, Handspring, Intermedia.NET, Kaboodle, McAfee, NVIDIA Corporation, Infolink, PayPal, Rambus, Silicon Graphics, Tivo, Twitter, Verisign…

A propósito, he resaltado en “negrita”, aquellas empresas que aparecen entre las 100 primeras marcas según empresas de valoración de enseñas corporativas como Interbrand y Future Brands, entre otras. ¿Hay alguien que no conozca Facebook, Hewlett-Packard, Twitter, Google, Ebay o Intel y Oracle? Y ya he adelantado que, para no confundir, no he querido entrar en el galimatías para expertos que suponen los movimientos corporativos en Silicon Valley: Alphabet es la compañía holding de Google; Hewlett-Packard, hoy, son dos empresas: HPE y HP Inc; Sun y Siebel, entre otras muchas, pertenecen a Oracle, etc. A quien le gustan los videojuegos está familiarizado con Electronic Arts.

Millones de personas compran en Ebay y pagan a través de Paypal y ven la televisión en Tivo. De Google, Apple, Facebook o Yahoo! no vale la pena comentar nada porque son conocidas por casi toda la población general en las economías desarrolladas y emergentes. Siempre se dice que Facebook sería el segundo país del mundo -por población-, puesto que ha pasado a India, con 1.200 millones de habitantes, y está detrás de China, con 1.500. Facebook tiene 1.300 millones de usuarios.

Faltan empresas como Microsoft, Dell e IBM que tienen su sede, geográficamente, lejos del Silicon Valley, pero desde el punto de vista de negocio, tienen un cordón umbilical irrompible con el Valle del Silicio. Esta expresión fue acuñada “oficialmente y por escrito”, por primera vez, en 1971, por Don Hoefler en “Electronic News” el 11 de junio de 1971, pero los orígenes se remontan a 1957.

Los inicios del Silicon Valley

William Shockley, inventor del transistor -por lo que recibió el Premio Nobel en 1956-, había abandonado Bell Labs en 1953 por un desacuerdo sobre la forma en que se había presentado el transistor al público, ya que, debido a los derechos de patentes, se relegó su nombre a un segundo plano en favor de los coinventores, John Bardeen y Walter Houser Brattain. Tras divorciarse de su mujer, volvió al Instituto de Tecnología californiano donde se graduó en Ciencias, pero se trasladó a Mountain View para crear la empresa Shockley Semiconductor como parte de Beckman Instruments y vivir más cerca de su madre.

A diferencia de otros investigadores que utilizaban germanio como material semiconductor, Shockley creía que el silicio era un mejor material para fabricar transistores. Shockley se propuso mejorar estos aparatos con un diseño de tres elementos (hoy se lo conoce como el diodo Shockley) que obtendría éxito comercial, pero cuyo diseño era considerablemente más difícil de hacer que el diseño convencional.

A medida que el proyecto atravesó por varias dificultades, Shockley se volvió cada vez más paranoico. Exigió que los empleados se sometieran a un detector de mentiras, anunció sus salarios públicamente y, en general, se enemistó con todo el mundo, y en 1957, decidió finalizar el trabajo relacionado con el transistor de silicio: todos ellos factores, que condujeron a que, en 1957, ocho de sus ingenieros más brillantes, que él mismo había contratado, le abandonaran para formar la compañía Fairchild Semiconductor. Shockley los denominó los «ocho traidores» y con ese nombre han pasado a la historia.

Dos de los empleados del grupo original de Fairchild Semiconductor, Robert Noyce y Gordon Moore, a su vez, luego fundarían Intel, compañía sin la cual es imposible entender la computación o el sector tecnológico en su conjunto. Al igual que, años después de su fundación, no se entendería El Valle del Silicio sin el concurso de Hewlett-Packard, Facebook, Google y Apple.

Quiero acabar este breve repaso al nacimiento y significado del Silicon Valley con tres cuestiones. Primero su relevancia económica. Según Forbes (junio 2006), las TIC suponen, en términos de ventas, el 70% del PIB sectorial de Estados Unidos y es el segundo sector más rentable de Norteamérica tras los bancos de Wall Street. El cuarto sector por rentabilidad es la electrónica de consumo, también muy relacionada con Silicon Valley.

Segundo, la mitología que da lugar a la leyenda, vincula Silicon Valley a frikis creando empresas en los garajes de sus padres. El mito y la leyenda son verdad: el icono más importante de Silicon Valley, en este sentido, es el garaje en el que Hewlett y Packard crearon la empresa que lleva su nombre. Y eso es lo que hizo treinta y cinco años más tarde Steve Jobs con su amigo Steve Wozniak al fundar Apple Computer en el garaje de sus padres adoptivos.

Por último, quiero destacar que, desde principios del siglo XX hasta ahora, había, ha habido y hay, tres tipos de profesionales en Silicon Valley: están aquellos que inventan por el gusto de hacerlo: no ven la necesidad de “comercializar” lo que han generado, mediante las cuatro “P” del marketing (Producto, Precio, Punto de venta y Promoción), es decir, los cuatro elementos clásicos, con los que E. Jerome McCarthy definió el concepto de marketing, en 1960. Steve Wozniak, cofundador de Apple entraría en esta categoría.

También está el personaje que es capaz de hacer de esa invención una iniciativa, un negocio, una empresa y conseguir que triunfe: es el caso del otro cofundador de Apple, Steve Jobs, quien también lo hizo en Next y en su papel de innovador-gestor-promotor-vendedor-marketiniano en Pixar, hasta que vendió esta empresa a Walt Disney, convirtiéndose en su primer accionista individual, dato que muy pocos saben. Por último, está la mezcla del inventor y gestor que innova y crea empresa, para dar salida exitosa al mercado sus productos. Es el caso de Hewlett y de Packard: empezaron ellos dos solos en un garaje -que hoy es un Museo a la Innovación- y, a su muerte, la empresa era la primera compañía tecnológica del mundo por ventas, con 127.000 millones de dólares de facturación y 330.000 empleados.

Un apunte para acabar. Desde el punto de vista geográfico, Silicon Valley es toda una región…, inmensa y es el nombre que recibe la zona sur del área de la Bahía de San Francisco, en el norte de California. La región, cuyo nombre proviene del Valle de Santa Clara, incluye la mitad sur de la Península de San Francisco, abarcando aproximadamente desde Menlo Park hasta San José y cuyo centro se situaría en Sunnyvale. Sin embargo, con el rápido aumento de la inmensa cantidad de puestos de trabajo relacionados con la tecnología en la zona metropolitana de San Francisco, las fronteras tradicionales de Silicon Valley se han expandido hacia el norte incluyendo el condado de San Mateo, la ciudad de San Francisco y los condados adyacentes.

El Valle del Silicio es un gran valle…, en todos los sentidos.

jorge diaz cardielJorge Díaz-Cardiel. socio director general de Advice Strategic Consultants. Economista, Sociólogo, Abogado, Historiador, Filósofo y Periodista. Ha sido Director General de Ipsos Public Affairs, Socio Director General de Brodeur Worldwide y de Porter Novelli International; director de ventas y marketing de Intel Corporation y Director de Relaciones con Inversores de Shandwick Consultants. Autor de más de 5.000 artículos de economía y relaciones internacionales, ha publicado más de media docena de libros, como La victoria de América, Éxito con o sin crisis y Recuperación Económica y Grandes Empresas, Obama y el liderazgo pragmático, La Reinvención de Obama, Contexto Económico, Empresarial y Social de la Pyme en España, entre otros. Es Premio Economía 1991 por las Cámaras de Comercio de España.

Periodista especializada en tecnologías corporate, encargada de las entrevistas en profundidad y los reportajes de investigación en MuyComputerPRO. En el ámbito del marketing digital, gestiono y ejecuto las campañas de leads generation y gestión de eventos.

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