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Encuentros IT: La convergencia en el CPD y sus consecuencias
La convergencia en el centro de datos y el cloud fueron los principales temas de nuestro último Encuentro IT, que celebramos hace unos días en Madrid, con la colaboración de Oracle y Accenture, dos de los principales actores en el mercado del CPD a nivel mundial. Con motivo de esta jornada, presentamos los resultados del estudio: «La convergencia en el CPD y sus consecuencias», elaborado por esta publicación entre 123 directivos de grandes empresas españolas y que también contó con el patrocinio de Oracle y Accenture.
Para debatir la situación actual de los centros de datos de las empresas españolas y cómo les ha influido (o está influyendo) la nube contamos con la presencia de Toni Closa, director de Desarrollo Web, App Móviles, Diseño e I+D de ILUNION; Ramón Rius, director de infraestructuras tecnológicas de CaixaBank; Ángel Santamaría, CTO de OHL; Antonio Rodríguez Agea, jefe de Servicio de Sistemas del Ayuntamiento de Madrid; Oriol Dotor, especialista en Data Centers de SCHNEIDER ELECTRIC; Ana Martínez Apodaca, directora de tecnología de Sareb y Juan Miguel Gil, IT Manager Corporate Spain CoE Workplace Printing Lead de ArcelorMittal. Asimismo, en representación de Accenture, asistió Miguel Bravo, Accenture Infrastructure Sales Director, y por parte de Oracle, Luis Millán, Engineered Systems Champion y Álvaro Travesí, director de Preventa Engineered Systems.
Gustavo de Porcellinis, de Total Publishing (editora de MuyComputerPRO), fue el encargado de moderar la mesa comenzando con un breve resumen del estudio con el objetivo de comentar los resultados y escuchar el punto de vista de los presentes. Como se indica en el estudio, la aparición de nuevos niveles de gestión IT está provocando grandes retos en la computación en la nube y en el centro de datos moderno.
En un plazo muy corto de tiempo, diferentes tipos de aplicaciones, usuarios y unidades de negocio están accediendo a los recursos de IT sin que haya signos de que esta situación vaya a desacelerarse. El acceso a estos recursos es además cada vez más complejo de gestionar para los departamentos de IT, puesto que los nuevos proveedores en la nube y los proyectos desarrollados por diversas empresas en esos entornos los hacen en cierta medida invisibles.
De hecho, la adopción de la nube está creciendo exponencialmente y este mismo año se incrementará hasta el punto de ocupar la mayor parte de la inversión destinada a IT, según datos de Gartner. La consultora pronostica que éste (2016) ha sido el año en el que el cloud privado ha comenzado su transición real hacia el híbrido, un camino que culminará a finales de 2017, cuando aproximadamente la mitad de las grandes corporaciones trabajen en este entorno mixto. Solo aquellas empresas que definan una estrategia teniendo en cuenta estos aspectos, garantizando la convivencia y homogeneidad de los entornos podrán aspirar a no sufrir grandes sobresaltos por el camino, a no ver cómo sus inversiones no tienen futuro por incompatibilidad de los entornos o porque la complejidad del proyecto de integración aconseja empezar desde cero.
La respuesta tradicional del departamento IT para atravesar este camino con éxito la encontramos en la infraestructura convergente, en sistemas diseñados para ser compatibles con el cloud y que simplifican los procesos de consolidación y estandarización necesarios antes de pensar en el salto real de las aplicaciones críticas de negocio al cloud.
Estos cambios tan repentinos a los que se ha visto expuesto la empresa, a nivel tecnológico, y que tan directamente afectan al CPD fueron expuestos por Miguel Bravo, de Accenture. «Nuestra experiencia es que durante la vida del CPD, tradicionalmente se ha pedido a los responsables de infraestructura es que las cosas funcionaran, ese era el objetivo». Sin embargo, hoy en día «están pasando muchas cosas, estamos en un mundo con cambios muy bruscos», por lo que tomar decisiones sobre una base que, hasta hoy, había sido muy estable, es algo duro. Dentro de las posibilidades que ofrece el mercado, elegir es complicado: «¿vamos a cloud público, híbrido o privado, y qué hacemos para que los sistemas convergentes sean parte de ese escenario?».
El caso español
En España, las empresas se han quedado un poco retrasadas a la hora de migrar al cloud y elegir alguna de sus opciones. Así lo contó Miguel Bravo, basándose en su experiencia en Accenture: «Cuando en 2008, Salesforce ya estaba en el mercado americano, aquí ninguna empresa de tamaño relevante había tomado la decisión de tener un CRM en la nube, ahora ya todas lo tienen».
Los motivos que provocaron este retraso tan típicamente español parecen estar en la motivación que tenían (o no) las áreas de infraestructuras de que las cosas, simplemente, funcionaran. Pero, como se ha dicho muchas veces, la crisis lo cambió todo y se tuvieron que tomar decisiones para la supervivencia. «Estamos viendo proyectos de transformación intensivos, muchos clientes españoles están mirando a clouds híbridas y poniendo cada vez más cargas de trabajo en públicos». Esto está dando lugar a otros tipo de reflexiones como qué hacemos ahora con cuestiones como la seguridad o los sistemas regulatorios… y provocando que muchos se agarren a esto «para no moverse».
Lo que es cierto es que, según los asistentes, las decisiones y caminos que se están tomando ahora mismo van a ser muy relevantes de cara a la supervivencia de las compañías y tener sistemas convergentes y eficientes será crucial para ofrecer un buen servicio a los usuarios internos y los clientes finales.
Desde Oracle son optimistas, también creen que los empresarios españoles han tardado un poco en subirse a la nube pero que ahora mismo hay «un ritmo tremendo de adaptación», que está provocando cambios importantes en los servicios IT y su forma de consumirlos. Esto está dando lugar a que dentro de la empresa haya una interlocución con proveedores cloud que, en muchas ocasiones, se produce fuera del TI, «esta situación pueda dar problemas en el futuro porque se están tomando decisiones basadas en una necesidad muy técnica sin pensar cómo va a afectar al día a día de las empresas».
En cualquier caso, como indicó Álvaro Travesí, el ritmo del cloud es algo que no se puede parar, una apreciación con la que todos estuvieron de acuerdo, «estamos llevando cargas de trabajo inmensas a la nube, lo mejor es hacerlo de la forma más homogénea posible y como indica Oracle en su estrategia Cloud Everywhere. Aunque dependerá de cómo lo adoptes y cuáles son tus necesidades específicas».
Las prioridades de inversión en el CPD
Según el estudio que mencionábamos al comienzo de este artículo, las compañías encuestadas consideran prioritaria la inversión en soporte y mantenimiento de dos áreas determinadas: sistemas de cómputo (46,7%) y almacenamiento (45%). Este punto también se puso encima de la mesa del debate, donde se dejó claro que cada compañía tenía una necesidad diferente según su recorrido, antigüedad y, derivado de esto, sus necesidades.
Un ejemplo que se sale de lo habitual es el del Sareb. La forma en la que nació la empresa le condicionó totalmente a la hora de tomar decisiones en el aspecto tecnológico. «Cuando nace, a la entidad se le encarga de repente la gestión de 60.000 millones de euros en activos financieros e inmobiliarios», en aquel momento, el departamento IT no existía y fue necesario crear «algo» ágil y sostenible en el tiempo, apostando por el cloud.
«Nuestro enfoque del IT cambia con respecto al de una empresa tradicional, necesitaba algo muy rápido y controlando mucho la inversión«. Como hemos indicado, Sareb se decide mover en un mundo cloud desde sus inicios y no on-premise, para ponerse a trabajar cuanto antes. «Ahora mismo, el mayor peso de la entidad está en la nube privada, mientras que también hay algo en la nube pública pero no es información relevante. Se está trabajando bien, los equipos están contentos, es todo muy ágil porque en un día el hardware está montado, y en una semana, la aplicación funcionando. También resaltaríamos que hemos ganado en escalabilidad y control de costes».
Sin embargo, Ana Martínez Apodaca reconoce que se han encontrado con inconvenientes en el mundo cloud, y los principales están relacionados con la falta de profesionales que sepan «manejar el ferrari, sobre todo en la nube pública».
Como expertos en la nube, desde Oracle reconocen que existe un déficit de profesionales en todas y cada una de las tendencias IT, su compañía lo ha solventado contratando a especialistas de líderes de la industria como Amazon o Azure, de cara a «potenciar el IaaS que estamos montando». «Hemos incorporado a cientos de personas para desarrollar nuestro cloud, porque confiamos en que vamos a tener una posición predominante a nivel mundial. Todos los estudios dicen que, a nivel mundial, solo se quedarán tres proveedores y Oracle va a intentar ser uno de ellos».
¿Te puedes resistir al cloud?
Después de años hablando de cloud computing, queda más que claro que el viaje a la nube no es una opción sino una obligación, por lo que, como indicaron desde OHL, la pregunta ya no es «cuándo» sino «cómo y por qué, porque queramos o no nos están llevando al cloud«. Los grandes del mercado ya están jugando sus cartas en SaaS, utilizando ERPs en la nube y aconsejando que al on-premise «le quedan cuatro días». Así que el resto de la infraestructura de la empresa se dirige, invariablemente, hacia este mundo.
«Los proveedores nos dicen que nos olvidemos del on-premise y que si aún lo utilizamos en unos cuatro años tendremos que migrar», indicó el CTO de OHL. En su caso en particular, una de los problemas que se están encontrando en este sentido es la conectividad, «ahora mismo, el 95% de nuestro negocio está fuera de España, en el mundo de la construcción podemos trabajar en cualquier país del mundo, cuando se acaba la obra, tenemos que migrar todo. En Europa la conectividad es muy buena pero ahora se construye en países pobres y ahí tenemos un gran obstáculo».
Otro de los grandes debates que aún se está poniendo encima de la mesa es a qué cloud migrar. No parece que las empresas españolas con cierto recorrido vayan a optar a una nube pública así como así. Un ejemplo es ILUION (ONCE) cuyo responsable nos da sus razones: «Tenemos un legacy importante y es demasiado para ser desplegado con las herramientas cloud más extendidas del mercado, aún así tenemos herramientas corporativas de primer nivel como el CRM y otros servicios troncales».
La compañía española resuelve su situación con una mezcla «complementaria» entre «uso intensivo de cloud y proveedores de confianza». «Hay que tener en cuenta que necesitamos hospedar un servicio muy crítico, la gestión de un juego de azar, y eso no hay cloud que lo pueda montar, necesitamos un CPD de un proveedor de confianza, del que además somos accionistas, y complementando esto y servicios es lo que nos ha funcionado».
Con respecto a la confianza, desde Oracle quisieron aprovechar que, aunque se trate de una multinacional «no descuidamos la parte local por lo que ponemos mucho foco en proveedores locales, para dar servicios 100% compatibles con vuestros sistemas».
El uso de los servicios en la nube motivó el que se recordara que tras el cloud hay «hierros y personas«, no es algo místico aunque suene así, es decir, que es importante utilizar tecnologías y alojamientos en el «país«, «no nos gusta un cloud desnaturalizado«, indicó Toni Closa.
Los casos de empresas como ILUNION y Sareb con respecto a la nube pusieron sobre la mesa que cada caso es único y que aunque se use el cloud, cada uno lo va a adaptar a su situación y sus objetivos. Lo mismo que pasa con otra empresa de gran arraigo en España, CAIXABANK, cuyo ponente en la mesa, Ramón Rius, se encargó de recordar que acaban de construir dos CPDs «bien dotados» y que no se plantean ir al cloud público por «temas de seguridad». «Sí nos interesa esta tecnología para gestionar las infraestructuras y darle más flexibilidad, de hecho, ya tenemos más del 85% virtualizado».
Pero, ¿sacar las infraestructuras fuera? Rius es escéptico en el caso de su negocio, y son dos los motivos para ello. Por una parte la garantía de servicio, «aunque la continuidad se venda como commodity hay que ganársela día a día. Si firmas un contrato con un tercero y luego pasa algo, reclamar es imposible«. Y por otra parte, una vez que esté poniendo más y más infraestructuras en ese cloud público y luego quieres cambiar de proveedor «es casi imposible«. Así, Rius añadió «la migración de los servicios ha sido uno de los mayores costes del CPD».
Sin embargo, a pesar de esta resistencia a pasarse a un cloud público, Accenture tiene una buena noticia: «Nosotros tenemos varios CPDs en propiedad con unos 15.000 servidores para dar cobertura a nuestro negocio, con más de 3.000 aplicaciones, y el objetivo es que a finales del año que viene, el 90% esté en cloud público, ya llevamos el 65% migrados. Y lo cierto es que se nos han reducido los tiempos y costes de una manera espectacular y eso que hablamos de volúmenes impactantes». Para Miguel Bravo, «la gente tiene que hacer un cambio de mentalidad».
Lo que es cierto es que, como dicen en Oracle, «cada uno tiene su visión del cloud y ve las optimizaciones de forma diferente, según sea su negocio y lo que busca. Lo importante es que el cloud no es algo que se haya demandado sino que se ha impuesto».
Y aunque se lleve muchos años hablando del tema es ahora cuando está naciendo porque ya en una opción real, al menos en las empresa españolas.
En Accenture insisten, «Gartner dice que si ya no has migrado al cloud privado, no lo hagas porque no vas a obtener beneficios. En España vamos con retraso y ahora cuando nos lo piden, nuestro consejo es que se lo piensen dos veces porque ya tienen un legacy y van arrastrando un sistema operativo».
El privado, ¿es realmente cloud?
Llegados a este punto, desde el Ayuntamiento de Madrid se preguntan si el denominado «cloud privado» es realmente cloud o una forma de «usar un tirón de un concepto marketiniano para mejorar la prestación de servicios de forma tradicional», reutilizando esas tecnologías para sacar más valor a la infraestructura. «Llamarlo cloud es un poco forzado».
Las empresas se han dado cuenta que la transformación del cloud va más allá de la prestación de servicios e infraestructura y la oranización no acaba de adaptarse a ofrecer servicios de ese modo, «no nos da ningún valor significativo frente a otros modos de automatización», indicó Antonio Rodríguez Agea, compartiendo su propia experiencia.
«Nos encontramos en una situación de bloqueo. Nuestra idea era dar a nuestros consumidores de infraestructura la posibilidad de utilizar as-a-service pero los clientes no nos compran el producto, a pesar de que ya se conoce y está en el mercado, pero, entre otras cosas, como servicio interno no es valioso ya que da mucha responsabilidad y poco valor añadido».
Asimismo, el directivo hizo referencia a la escasez de profesionales que gestionen el cloud. «Nuestro camino pasa por cualificar a la gente que pueda migrar esa infraestructura al cloud público, pero no vemos un valor suficiente para hacerlo, es un camino incierto con un fin limitado». «Es una iniciativa que está parada, el personal que participa en el proyecto no se lo cree por lo que nuestra flexibilidad organizativa está difícil».
Desde ArcelorMittal tienen unas ideas también bastante aperturistas y Juan Miguel Gil reconoce que la competencia se ha multiplicado y grandes fabricantes como ellos han de adaptarse a lo que están haciendo las startups que nacen ya prácticamente en la nube. «Hace tiempo que estamos viendo cuáles son nuestras necesidades, qué hay en la nube, cómo avanza la TI y los servicios, qué ofrecen los demás a los usuarios y cuáles son sus objetivos y así vamos creciendo».
Conclusiones
La celebración de esta mesa de debate, unido a los resultados del informe que hicimos junto a Oracle y Acceture, nos lleva a concluir que las empresas españolas de gran tamaño están aceptando el cloud computing en sus departamentos IT de una forma pausada, tomándose su tiempo para decidir qué camino tomar y mirando con lupa la seguridad de sus datos, pero en cualquier caso, plenamente conscientes de que la migración ha de llevarse a cabo cuanto antes.
De cualquier forma, todos o casi todos están de acuerdo en que cada negocio debe abordarlo partiendo de sus necesidades y su tipo de actividad. Aunque también tiene algo que ver la «mentalidad» de sus responsables y de cómo ven la cloud pública, dando pequeños pasos en esta última, en la mayoría de los casos, ya que poner el 100% de su infraestructura en ella todavía no lo ven factible.
Si tenemos en cuenta que para muchos de los presentes el cloud privado no es cloud, sino una forma diferente de prestar servicios con más valor, podríamos concluir que todavía queda muchísimo camino para que la empresa española esté 100% en la nube, entendiendo a esta como la pública. Lo que sí ha quedado demostrado es que la agilidad se multiplica para aquellas que deciden apostar por ella.
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