Estados Unidos estudia sancionar a Rusia

Si hace solo unos días supimos de los (supuestos) ataques por parte del gobierno ruso , dirigidos a hackear el sistema de registro de votantes de Estados Unidos para las elecciones presidenciales de noviembre (Clinton vs Trump), Computerworld informa hoy de que tanto la administración federal del país, como algunos de sus representantes electos, plantean escenarios en los que se podría sancionar a Rusia de confirmarse su origen en dichas acciones.

En los ataques, cuyo objetivo sería interferir en los resultados electorales de noviembre, los ciberatacantes habrían sido capaces de comprometer la seguridad de las cuentas de correo electrónico tanto de responsables oficiales de las instituciones que gestionan el censo, como de las cuentas de administración y gestión de las propias entidades. Esta vía sería, sin duda, un primer paso para poder obtener acceso a los listados censales y, claro, efectuar modificaciones sobre los mismos, con el fin de intentar decantar el resultado de las elecciones en uno u otro sentido.

Ahora, días después de que varias autoridades públicas de la administración de Obama se manifestaran en contra y criticaran duramente estas acciones, afirman que se están estudiando las distintas sanciones que Estados Unidos podría llevar a cabo contra Rusia, y que incluyen la posibilidad de sanciones económicas.

Algunos políticos, como el senador Cory Gardner del estado de Colorado por el Partido Republicano, no dudan en afirmar que este tipo de ataques son una amenaza directa al sistema político y, por lo tanto, a la democracia en Estados Unidos. Además, afirma que la legislación que pretende que se apruebe, incluye la obligación de que el país tenga que investigar y sancionar siempre este tipo de acciones. Las sanciones en ciernes, recordarían a las adoptadas contra Corea del Norte el año pasado, cuando el país fue acusado de encontrarse tras el hackeo masivo sufrido por Sony Pictures, en respuesta a una película que parodiaba al dictador Kim Jong-un.

Por su parte, el gobierno ruso ha afirmado en varias ocasiones que no tiene relación alguna con los citados ataques, pero pese a dichas manifestaciones oficiales, la administración norteamericana no parece concederle demasiado crédito ni confiar demasiado en la administración de Putin.