La dictadura de Snap

Faltan pocos días para que Snap salga a Bolsa, y sus directivos se encuentran en plena gira para presentar la operación a los posibles accionistas interesados en ella que, como hemos mencionado, tienen una particularidad: no tendrán derecho a voto, a diferencia del funcionamiento lógico de la compra de acciones en cualquier organización.

La propia empresa reconoce lo inusual de su decisión, puesto que no hay ninguna otra entidad que haya salido a Bolsa con esta singularidad en el mercado de valores estadounidense. Según Recode, Snap tendrá tres tipos de acciones después de su debut en los parqués: de tipo A, de tipo B y de tipo C. Las que se pondrán a la venta en la Bolsa de Nueva York son las primeras, las de tipo A. Sus propietarios podrán acudir a las juntas de accionistas anuales y tendrán la oportunidad de hacer preguntas. No así de votar.

Los títulos de tipo B están en poder de los directivos de la empresa, así como de los inversores que confiaron hace tiempo en Snap. Cada una de estas acciones da derecho a un voto a los asistentes a los encuentros anuales de accionistas. Por último, las acciones de clase C son solo propiedad de los que fundaron la empresa: su CEO, Evan Spiegel y su CTO, Boby Murphy. Cada una de ellas da derecho a 10 votos, es decir, que ambos van a controlar el 88,5% del total, o dicho de otra manera: se hará lo que ellos digan y punto.

En resumidas cuentas, que su poder seguirá siendo el mismo a no ser que ellos mismos decidan lo contrario. Pero incluso si cualquiera de ellos decide abandonar la empresa, la junta directiva, o ambas, seguirán teniendo el mismo poder.

Con esta estructura, los inversores veteranos sí pueden hacer algo más que dar su punto de vista, pero muy poca cosa. Con este sistema, Spiegel y Murphy evitan, por ejemplo, que un grupo de inversores puedan unirse y comprar una parte de la empresa y hacerse con su control si las cosas no salen a su gusto. Tampoco podrán modificar decisiones con sus votos, ya que únicamente tendrán el 11,5% de fuerza de voto.

A pesar de lo extraño de esta estructura, no es la única que lleva este sistema cuasi dictatorial, aunque no hemos encontrado ninguna donde sus fundadores aglutinen tal cantidad de votos. Por ejemplo, Mark Zuckerberg tiene el 60% de los votos de Facebook, y Sergei Brin y Larry Page, el 52% de Alphabet. Pero hay una diferencia en la estructura de todas con respecto a la de Snap: sus acciones sí dan todas derecho a voto a sus titulares.