Nuestro homenaje a la mujer trabajadora: cinco perfiles TIC desconocidos

Un año más celebramos el Día Internacional de la Mujer, un tiempo para la reflexión y la búsqueda de soluciones para acabar con las diferencias a las que, a día de hoy, todavía se enfrentan las mujeres en prácticamente todos los aspectos de su vida. Sin embargo, hoy no nos vamos a centrar en la eterna (y necesaria) reivindicación de que es necesaria una mayor presencia de mujeres en el sector tecnológico, no. En lugar de ello, vamos a hablar de cinco mujeres a las que ESET ha querido rendir homenaje y que, a lo largo de nuestra historia reciente, han demostrado que el género no influye en la capacidad para innovar, romper barreras y dejar su impronta en la historia. Y es que no hay mejor prueba de lo que son capaces de hacer las mujeres, que echar la vista atrás y ver todo lo que ya han hecho hasta el momento. Miremos hacia el pasado y que, lo que vemos, nos sirva como inspiración para el futuro. Y ahora hablemos de esas mujeres:

Pilar Careaga y Basabe

María del Pilar Careaga Basabe – El Diario Vasco

Nacida en Madrid en octubre de 1908, llegó al mundo en un momento en el que en España solo se permitía cursar estudios superiores a los hombres. Afortunadamente, y solo dos años después de su nacimiento, las puertas de la universidad se abrieron a las mujeres, algo que no dudó en aprovechar, convirtiéndose en 1929 en la primera licenciada universitaria en una ingeniería. Concretamente, se convirtió en ingeniera industrial, título obtenido en la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid (ahora Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid).

No fue ese el único hito en su vida. También se convirtió en la primera mujer en conducir un ferrocarril y, fruto de su interés por los vehículos de transporte, también obtuvo el título de patrón de embarcaciones de recreo, ambas cosas que, en su momento eran un coto exclusivo para hombres. No obstante, y pese a su título universitario, nunca llegó a ejercer como ingeniera. En su lugar, optó por la carrera política, un camino que la llevó a convertirse en la alcaldesa de Bilbao en julio de 1969. Sí, también fue la primera mujer en alcanzar una alcaldía durante la dictadura franquista, otro techo de cristal que fue capaz de romper. Durante el mismo periodo, fue procuradora en Cortes (la figura precursora de de los diputados del Congreso), cargos ambos que abandonó en 1975.

Adelina Álvarez Bartolomé

Aunque, como contábamos antes, las puertas de la Universidad se abrieron a las mujeres en 1910, tuvieron que pasar 42 años hasta que una mujer se matriculara en Ingeniería de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid. En sus aulas, situadas en aquellos tiempos en Conde de Peñalver, y compartiendo cartel con 130 compañeros, se tuvo que enfrentar a dos cursos selectivos, que aprobó junto con María Remedios Uriel Izaguirre, dúo al que se sumó Mª Teresa Vidal Marín, que por haber iniciado sus estudios con posterioridad lo hizo con una evolución del plan de estudios anterior.

Así, en 1965, estas tres mujeres fueron las primeras ingenieras en telecomunicaciones, pasando a formar parte de la trigésimo octava promoción de esta facultad. Y, a diferencia de lo ocurrido con Pilar Careaga, en este caso las tres mujeres sí que llegaron a ejercer sus carreras profesionales en este sector, hasta el punto de que una de ellas, María Teresa Vidal, se convirtió en una de las mayores autoridades en el campo de los radioenlaces en nuestro país. Los números en esta ingeniería han mejorado, pero la proporción sigue siendo de 2,6 hombres por cada mujer. Hay, no obstante, muchos más nombres de mujeres que rompieron las barreras y se convirtieron en las primeras licenciadas en carreras técnicas. La Fundación Juanelo Turriano ha recopilado sus nombres, a los que rinde homenaje.

Ana María Prieto

Ana María Prieto – La Voz de Galicia

Era prácticamente anónima hasta el año pasado, cuando una entrevista publicada a esta mujer en el diario La Voz de Galicia hizo pública su historia y, con la misma, se convirtió (quizá casi sin esperarlo) en un nombre que habrá que recordar para siempre. Y es que gracias a dicha conversación con el redactor del diario, hoy en día sabemos que Ana María fue la primera mujer programadora en España. De hecho, la entrevista comenzaba con la frase «Me llamo Ana María Prieto López y soy pionera en Galicia en programación informática».

Lo que seguramente no esperaba esta mujer, que actualmente reside en Becerreá, es que al contar que en 1963 empezó a trabajar en Bull General en Madrid, todo el mundo la señalara como la primera mujer programadora en nuestro país. Más fascinante es su historia al saber que, pese haber estudiado farmacia (su madre quería ponerle una farmacia, cuenta Prieto), su interés en trabajar en algo novedoso, junto a su pasión por las matemáticas, la llevó a presentarse a una oferta de trabajo, en la que fue contratada como operadora de sistemas en Bull. Desde entonces, y gracias a varios cursos y a su carácter autodidacta, se convirtió en programadora, carrera que no abandonó ni siquiera cuando dejó Madrid y volvió a su Galicia natal, en 1969, como programadora en la Caja de Ahorros.

Felisa Núñez Cubero

Felisa Núñez Cubero – Wikipedia

Aunque la Universidad, ya lo hemos comentado anteriormente, abrió finalmente sus puertas a las mujeres en 1910, todavía tuvieron que pasar muchos años hasta que, en 1964, una fémina alcanzara una cátedra en las universidades de nuestro país. Esa mujer fue Felisa Núñez Cubero, licenciada en ciencias físicas y ciencias químicas, que centró su carrera profesional en la primera. Licenciada en 1946 con Premio Extraordinario, y de la mano de Salvador Velayos (una eminencia en la física y, más concretamente en el campo del electromagnetismo), se doctoró en física en la Universidad Complutense de Madrid, con una tesis dedicada, precisamente, al magnetismo y los imanes permanentes.

Tras obtener el doctorado pasó unos años en en la Universidad de Nottingham, tiempo que dedicó a la investigación, y cuyos trabajos fueron citados por otros grandes investigadores de la época en sus ensayos y publicaciones. A día de hoy, muchas de dichas obras siguen resultando totalmente vigentes, y se mantienen como referencias en esta disciplina. Así pues, su nombre está vinculado de manera indiscutible con el campo de la física teórica.

No obstante, donde más impronta ha dejado es en la vida académica, donde empezó siendo profesora adjunta en la Universidad de Valladolid, de donde saltó a la Universidad Complutense de Madrid y, finalmente, en la Universidad Politécnica de Madrid, donde se convirtió en catedrática, primero de la la ETUI Telecomunicaciones y después en la ETUI Forestal, los últimos años como catedrática emérita.

Nuria Oliver

Nuria Oliver – Women’s forum for the economy & society

Si hasta ahora hemos hablado de mujeres que, por sus acciones en el pasado abrieron muchas puertas, ahora damos el salto al presente, y lo hacemos con Nuria Oliver, Ingeniera Superior de Telecomunicaciones por la Universidad Politécnica de Madrid. Tras licenciarse, se doctoró (con una beca de La Caixa) en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, más concretamente en el Media Lab, el laboratorio creado hace ya muchos años por Nicholas Negroponte y que, a día de hoy sigue siendo una de las mayores referencias del mundo en lo referido a innovación y lo que está por venir. Actualmente es directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone y Chief Data Scientist en DataPop Alliance.

Su más que brillante carrera la llevó a obtener el Primer Premio Nacional de Ingenieros de Telecomunicaciones en 1994, momento desde el que se ha convertido en una de las mujeres investigadoras en informática más citadas en España. En estos años ha trabajado en Microsoft y Telefónica I+D entre otras. Además, fue nombrada miembro senior de la ACM (Association for Computing Machinery) en 2013 y del IEEE (Instituto de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos) en 2014. Las ponencias en las que participa son siempre muy escuchadas en el sector, y su visión del futuro de las comunicaciones resulta un faro a tener muy en cuenta.

Imagen: Mujeres Viajeras