Rumor: el presidente de Endesa querría el sillón de Álvarez-Pallete

Ya han pasado casi ocho años desde que, a instancia de Fulvio Conti, el entonces consejero delegado de Enel, Borja Prado Eulate fuera elegido por el consejo de dirección (del que formaba parte desde 2007) como presidente de Endesa. Terminaba así (más o menos) el proceso particularmente convulso de venta de la compañía, que todos recordamos que se politizó en gran medida ya desde sus inicios en 2007, hasta el punto de que el entonces consejero delegado, Manuel Pizarro, llegó a formar parte de la candidatura de Mariano Rajoy para las elecciones generales de 2008. Tras una tentativa de adquisición por parte del grupo Gas Natural, las empresas Eon (alemana) y Enel (italiana) compitieron por hacerse con la española. Una operación que finalmente, y con el beneplácito del gobierno central de aquel momento (el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero), ganó la eléctrica italiana.

Desde entonces, fuera de los entornos financieros, Endesa ha sido poco menos que una balsa de aceite solo alterada por el mal encaje que obtuvo su plan de unificación, denominado One Company, entre sindicatos y trabajadores, así como la creciente (aunque desmentida por la compañía) ola de rumores sobre las intenciones de Enel de desprenderse de Endesa. Sin embargo, esta situación, sumada a la ambición de Prado Eulate, ya lo han empujado en ocasiones anteriores a intentar «saltar» de silla, y hacerse con la presidencia, primero de Repsol, y después del ahora muy maltrecho Banco Popular. Descartados estos dos,  ahora parece haberse marcado un objetivo singularmente elevado, arrebatar la presidencia de Telefónica a José María Álvarez-Pallete, en el cargo desde la salida de César Alierta hace algo menos de un año.

Estos movimientos, de los que ya se lleva un tiempo hablando y que hoy Alejandro Suárez analiza con mucho tino en Merca2, tendrían detrás tanto a determinados grupos de poder (económico, claro), como al diario Expansión y, esto es lo más importante, el beneplácito del ejecutivo de Mariano Rajoy, cuya relación con las grandes empresas españolas (parte de las integrantes del IBEX35) no pasa por su mejor momento. Prado Eulate podría ser, sin duda, el perfil perfecto para acercar posturas entre la teleco y la Moncloa.

Sin embargo, y pese a los esfuerzos que el presidente de Endesa pueda realizar, parece poco probable que el consejo de dirección y los accionistas mayoritarios de Telefónica estén dispuestos a permitir un cambio de este tipo. En poco menos de un año, Álvarez-Pallete ha obrado con mucha inteligencia, ha dado grandes pasos para «despolitizar» la compañía, que hasta hace poco tiempo era otros de esos grandes cementerios de elefantes para políticos retirados, y se ha esforzado, con proyectos como la cuarta plataforma, por rejuvenecer su ADN. Además, aunque hace solo un año de su llegada a la presidencia, Álvarez-Pallete es ejecutivo de la compañía desde 1999, año en el que se incorporó a la misma como director financiero de Telefónica Internacional, y en la que ha desarrollado una amplia carrera jalonada de éxitos.

¿Por qué Prado Eulate desearía dar este salto?

Esa es, sin duda, la pregunta del millón. Al menos de puertas a fuera, su posición actual parece cómoda. Así, lo primero que podemos pensar es, sencillamente, que desea saltar a una empresa más grande (entendemos que no ve posibilidad de progresar dentro de Enel), y Telefónica es, especialmente en su situación actual, un sillón particularmente tentador, y que además le daría una mayor notoriedad pública. Además, su cercanía con Moncloa también puede tener que ver, ya que al actual ejecutivo le gustaría, sin duda, mejorar su relación actual con la la teleco española.

No obstante, tampoco podemos descartar que, tras esa «calma chicha» que se vive desde fuera, el fondo marino de Endesa venga bastante más revuelto. El proyecto One Company no se ha desarrollado, ni mucho menos, a la velocidad prevista en sus inicios, lo que pone al ejecutivo en una situación bastante incómoda frente a los italianos. Y, quizá como efecto de dicha causa, surgen los rumores del posible interés de Enel de desprenderse de su participación en Endesa. Es cierto que ayer mismo se sabía que el actual consejero delegado de la italiana, Francesco Starace, se mantendrá al frente de la compañía (algo que no estaba nada claro hasta hace unas horas), y que su permanencia aleja, al menos de momento, la sombra de la venta de Endesa. No obstante, y aunque Starace cuenta con el apoyo del ejecutivo italiano, algunos fondos de inversión se siguen mostrando muy interesados (y ejerciendo ciertas presiones) para que la eléctrica italiana se desprenda de la española para, de esta manera, tomar el control de la misma.

Imagen: Gabinete de Noticias