ISC 2017 muestra la importancia de la computación de alto rendimiento en la Inteligencia Artificial

Aunque a veces cueste llegar a ser plenamente conscientes de ello, vivimos una auténtica revolución. Los nuevos modelos económicos y empresariales basados en modelos digitales se traducen en un cambio no menos destacable que las revoluciones industriales que ha experimentado la humanidad los últimos siglos. Conceptos que hace solo unas pocas décadas sonaban a ciencia ficción, como la biomedicina o los coches autónomos, son ahora una realidad que, más pronto que tarde, terminará por llegar a todos nosotros.

Pero, al igual que en las anteriores revoluciones, existe un sustrato tecnológico que es imprescindible para que el cambio se llegue a producir. Primero fueron máquinas como los telares, y posteriormente los sistemas capaces de generar una línea de producción, facilitando la generación de cualquier tipo de producto (desde salchichas hasta coches) en masa, y con procedimientos normalizados que pudieran ser llevados a cabo por cualquier empleado.

Ahora, la base de esta nueva revolución es la tecnología, e Intel está muy presente en esa base subyacente, gracias a su investigación y sus avances en computación de alto rendimiento (HPC, por High Performance Computing), un elemento clave para que los sistemas de Inteligencia Artificial alcancen el grado de desarrollo necesario para que ofrezcan todo lo que se espera de ellos.

Y no son pocos los aspectos relacionados con el rendimiento que deben optimizarse al máximo para convertir esos conceptos en realidades de nuestro día a día: velocidad de cálculo, capacidad de almacenamiento y velocidad en el acceso a dichos datos; gestión de memoria; optimización del entorno de red y seguridad de toda la infraestructura. Con el objetivo de proveer una solución adecuada para estas necesidades, Intel ha asistido a la ISC 2017 (International Supercomputing Conference 2017) y ha aprovecha el encuentro para mostrar sus múltiples avances a este respecto.

Los procesadores más avanzados

Uno de los puntos clave de las infraestructuras HPC de Intel serán los próximos procesadores Intel® Xeon® Scalable, unos integrados con importantes mejoras de rendimiento por núcleo, así como otros avances que no solo ofrecen un alto rendimiento, sino que además permiten adaptarlo a prácticamente todo tipo de cargas de trabajo.

Gracias a la integración del conjunto de instrucciones Intel AVX-512, se logra multiplicar por dos el pico de operaciones de coma flotante por ciclo de reloj con respecto a la generación anterior. Y hablamos precisamente de operaciones de coma flotante, ni más ni menos que por su importancia capital en el avance de los sistemas de Inteligencia Artificial, sobre los que se va a apoyar gran parte de ese futuro conectado del que ya llevamos tiempo hablando.

Y la mejora en el rendimiento no acaba ahí, un sistema completo basado en esta nueva generación, con la máxima optimización puede multiplicar el rendimiento de un Intel® Xeon® E5 v4 por un factor de hasta 2,27. Una mejora que se eleva hasta un 8,2x en comparación con un integrado Intel® Xeon® de hace tan solo cuatro años. Y todo con la ventaja adicional de que la escalabilidad está en su ADN, por lo que gestionar una cambiante (generalmente creciente) carga de trabajo ya no obliga a realizar labores de previsión y aprovisionamiento a largo plazo.

Ahora, con la nueva tecnología de Intel, es posible hacer crecer dinámicamente la infraestructura, por grande que esta sea (y podemos hablar de decenas de miles de nodos) solo cuando sea realmente necesario, garantizando así siempre la optimización plena no solo del rendimiento, sino también del coste total de propiedad.

Pero los avances de Intel en el campo de HPC no se centran exclusivamente en los procesadores. Los asistentes al ISC 17 también pudieron conocer en primera persona el appliance  SDVis (Software Defined Visualization), una solución integrada llave en mano basada en una base estándar abierta que permite a los usuarios de HPC aprovechar los beneficios de un ecosistema de software desarrollado, sin tener que construir el propio sistema de hardware o trabajar con vendedores para personalizar la configuración de sus sistemas e infraestructuras.