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Uno de cada seis consumidores admite ver contenidos para adultos en Wi-Fi públicas

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contenido para adultos

Los consumidores son incapaces de resistirse a una red Wi-Fi con una conexión potente y gratuita, pero sus comportamientos online podrían poner en riesgo su información personal y su privacidad, de acuerdo con el Informe “Riesgos de las redes Wi-Fi 2017”, publicado hoy por Norton by Symantec. El canto de sirena de los datos gratuitos provoca que muchos abandonen la prudencia respecto a sus secretos digitales. Tanto si se trata de la contraseña de su cuenta bancaria como de sus hábitos de navegación por internet, las personas comparten -y hacen- casi cualquier cosa en una Wi-Fi pública.

“Existe una enorme diferencia entre lo que la gente cree que es seguro o privado cuando utilizan una Wi-Fi pública y la realidad”, advierte Nick Shaw, vicepresidente y director general de Norton by Symantec. “Lo que algunos piensan que es privado en sus dispositivos personales en realidad es fácilmente accesible por los hackers a través de las redes Wi-Fi inseguras, o incluso de aplicaciones con vulnerabilidades de privacidad”.

El Informe Norton “Riesgos de las redes Wi-Fi” incluye entrevistas a más de 15.000 consumidores en 15 países para conocer sus prácticas y percepciones sobre las Wi-Fi públicas. Muchas de las conclusiones generales muestran que las personas son conscientes de los riesgos de una Wi-Fi pública, pero esto no cambia necesariamente sus comportamientos. De hecho, casi todos (87 %) actúan de una forma que podría poner en riesgo su información personal y privada. A continuación se enumeran algunos de los comportamientos más destacados entre los usuarios.

Los consumidores requieren conexiones a internet rápidas y gratuitas

Casi la mitad (46 %) de los consumidores tarda unos pocos minutos en conectarse por su cuenta a una red Wi-Fi o en preguntar la contraseña en cuanto llega a la casa de un amigo, a una cafetería, a un hotel o a cualquier otro lugar con conexión a internet. Uno de cada cuatro ha accedido a una Wi-Fi sin el permiso del propietario de esa red, y uno de cada trece adivinó o hackeó la contraseña para acceder.

Cuando se viaja, el acceso a una Wi-Fi pública es muy habitual

A pesar de la reciente legislación de la UE que ha acabado con los cargos extra por roaming, tres de cada cinco europeos indican que tienen intención de continuar utilizando Wi-Fis públicas, especialmente para evitar utilizar su tarifa mensual de datos móviles (37 %). A la hora de viajar, las personas afirman que una red Wi-Fi potente es un factor decisivo al elegir:

  • Un alojamiento de alquiler o un hotel para las vacaciones (71 %)
  • Un medio de transporte (46 %)
  • Un lugar donde parar para comer o beber algo (43 %)
  • Con qué aerolínea volar (43 %)
  • Más aún, casi la mitad (49 %) de los entrevistados señala que la razón más importante para permanecer conectados es utilizar un GPS o una app de mapas para moverse por la zona, y más de dos de cada cinco consumidores pertenecientes a la Generación Z desea poder compartir sus actualizaciones y fotos en las redes sociales.

Comportamientos arriesgados y sorprendentes en una Wi-Fi pública

En caso de utilizar una Wi-Fi pública para cuestiones más privadas, entrar en una red insegura puede revelar mucho más sobre la información personal (o hábitos) de una persona de lo que esta podría esperar:

  • Uno de cada seis admite utilizar Wi-Fis públicas para ver contenidos para adultos. Entre los que admiten esta práctica, suelen hacerlo en: un hotel, hostal o apartamento de vacaciones (40 %); una cafetería o restaurante (30 %); el trabajo (29 %); el aeropuerto (25 %); una estación de tren o autobús (16 %); aseos públicos (16 %).
  • Aunque casi todos (87 %) ponen potencialmente en riesgo su información personal cuando utilizan una Wi-Fi pública, incluyendo entrar en su cuenta del banco o iniciar sesión en sus cuentas personales de correo electrónico, tres cuartas partes (75 %) de los consumidores no utilizan una red privada virtual (VPN) para proteger sus conexiones Wi-Fi, incluso aunque esté considerada la mejor forma de proteger la información personal.

A pesar de la actitud temeraria, el miedo a la exposición es muy real

  • Casi la mitad (48 %) confiesa que le aterraría que los detalles de sus cuentas bancarias e información financiera cayeran en manos de los hackers o se hicieran públicos online.
  • Uno de cada cinco (21 %) señala que se sentiría incómodo o avergonzado si los detalles de sus conversaciones y mensajes privados o sus secretos más íntimos fueran publicados online por un hacker.
  • Un tercio (36 %) declara que incluso pagaría para evitar que su información personal, como el historial de navegación, quedara expuesta ante su empresa. Por otro lado, el 38 % estaría dispuesto a pagar para que este tipo de información no llegara a su familia.

 

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