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Google apela la multa de 2.400 millones de euros que le puso la Unión Europea

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Hace dos meses, la Unión Europea puso a Google una multa, de nada menos que 2.400 millones de euros, por abuso de posición monopolística. En concreto, por manipular los resultados que aparecían en el buscador para favorecer a su servicio de compras en sus resultados de búsqueda. La multa, según recuerda The Verge, es la más elevada que ha impuesto hasta la fecha la Comisión Europea por monopolio. Pero la multa no fue la única decisión que tomó la Comisión con respecto a Google. También se le pidió que dejase de realizar las prácticas por las que se le multaba antes del 28 de septiembre.

Ya entonces, todo apuntaba a que Google apelaría esta decisión, un movimiento que los de Mountain View acaban de confirmar. Esta decisión puede dilatar varios años el veredicto final, ya que no se espera que el Tribunal General de Luxemburgo, el segundo mayor organismo judicial de Europa, y que será el encargado de tomar una decisión sobre el recurso de apelación de Google, no emitirá un veredicto a corto plazo.

Los de Mountain View han tomado esta decisión animados por una sentencia dictada la semana pasada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a favor de Intel. En ella se ha decidido que la multa por monopolio de 1.300 millones impuesta a la compañía sea tratada por un tribunal menor. Esta ha supuesto un revés para la comisión, ya que la multa podría ser rebajada o eliminada, y da a las tecnológicas más ánimos para luchas contra la Unión Europea en temas de monopolio.

No obstante, se desconoce si Google tendrá tanta suerte con su apelación. Como resultado de sus investigaciones, la comisión estableció que Google manipulaba los resultados de búsqueda para promocionar su propio servicio de compras en el buscador, lo que le llevó a conseguir multiplicar su tráfico de manera vertiginosa en muchos países europeos. En el momento de comunicar la multa, la Comisaria Margrethe Vestager dijo que Google «había negado a otras empresas la oportunidad de competir por sus méritos, así como de innovar. Además, negó a los consumidores europeos la posibilidad de poder elegir entre varios servicios y de acceder a todas las ventajas de la innovación«. Google, por supuesto, negó las acusaciones y alegó que sus actos no habían afectado a su competencia en el sector de las ventas online.

Esta no es la única batalla legal a la que se está enfrentando Google en Europa. Según Cnet, la Unión Europea está investigando también si Google está abusando de su posición en el campo de las apps, al demandar que los servicios y las apps de Google estén preinstaladas en todos los móviles que llevan el sistema operativo Android. También por diversas acusaciones emitidas en su contra por bloquear a sus rivales en la publicidad de las búsquedas.

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