Roomba: 15 años limpiando y asustando a nuestros gatos

A veces nos llevamos un susto enorme cuando, de repente, tenemos conocimiento del tiempo que ha transcurrido desde determinado evento, suceso, lanzamiento, etcétera. Y hasta que no dedicamos unos minutos (o unas horas) a recordar todo lo ocurrido desde entonces, no somos capaces de aceptar el inexorable paso del tiempo. Y saber que este 2017 se cumplen nada menos que 15 años desde la llegada del primer aspirador inteligente de iRobot, es decir, el primer Roomba. Sí, has leído bien, fue en 2002,  cuando aquí todavía bastaba (y sobraba) con los dedos de una mano para contar las ediciones de Gran Hermano, y cuando hablar de bajadas en el precio de la vivienda sonaba a ciencia ficción.

Desde entonces, y como su fabricante nos ha recordado, se han producido bastantes hitos relacionados con esta línea de «barredores» que, con los años, han ido ganando facultades. Por ejemplo, sus sistemas de «mapeo» han evolucionado sustancialmente: ahora requieren de menos tiempo para analizar el entorno y hacerse una composición de lugar del mismo. También son más silenciosos, más rápidos y cuentan con conectividad wifi. Son tan inteligentes que, probablemente, lo único que les falta es terminar de desarrollar un sistema de funcionamiento que no asuste y/o ponga nerviosos a los gatos domésticos… si bien es cierto que algunos, en el extremo contrario, no solo no se asustan con un Roomba, sino que se suben al mismo (cuando está en funcionamiento, claro) para dar un paseo motorizado.

Para celebrar este decimoquinto aniversario, iRobot ha compuesto una simpática infografía, que reproducimos a continuación, y en el que recopila algunos de los datos de la historia y del presente de estos dispositivos:

Sorprende, sin duda, saber que la media es que cada minuto se activan 43 robots de limpieza, un auténtico batallón que, a los que somos cinéfilos, sin duda nos trae a la cabeza a WALL-E y sus (invisibles en la película) compañeros de faena. También resulta simpático saber que, en ese afán que tenemos los seres humanos de humanizar todo aquello que nos rodea, no dudamos en ponerle nombres humanos a los Roomba. No en vano, el nombre más empleado es Lola. Yo, personalmente, y como homenaje apócrifo a Melody y su Baile del Gorila, cuando tenga uno seguramente lo llamaré «Rumbera», y para activarlo configuraré la frase ¡Vamos a bailar!