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Seis años después de su llegada, ¿funciona el coche eléctrico en España?
Hace solo unos días, el diario El País publicaba una noticia en la contaba cómo un taxista vallisoletano llamado Roberto San José se convirtió, sin saberlo, en el primer propietario de un vehículo totalmente eléctrico (no híbrido) en España. Un Nissan Leaf que, hasta ahora, cuando lleva seis años en servicio, ha cumplido perfectamente sus funciones como taxi, con 300.000 kilómetros en su haber y sin haber planteado problemas mecánicos (recordemos que en este tipo de vehículos el número de piezas en movimiento y susceptibles de deteriorarse se reduce sustancialmente). Así, si San José ya defendía entonces los vehículos eléctricos por su ausencia de emisiones tóxicas, hoy en día no duda en practicar el proselitismo de los eCars. Pero, ¿qué ha ocurrido en esos seis años, cuál es la situación actual del coche eléctrico en España? ¿Tenemos razones para sentirnos orgullosos o avergonzados?
Pues, en realidad, sí que tenemos razones para sentirnos orgullosos pues, en realidad, el del profesional del taxi de Valladolid no ha sido el primer vehículo eléctrico matriculado en España. En realidad ese honor corresponde al DAR (sí, es el nombre del coche) matriculado en Sevilla en 1946. Su número de placa fue SE-19935. Si has leído bien. Como recuerda la edición sevillana del diario ABC, el ingeniero industrial Francisco Domínguez-Adame Romero (el nombre del vehículo son las iniciales de sus apellidos) diseñó el primer motor eléctrico creado en España, lo instaló en el chasis (que también diseñó y construyó), logró su homologación y, durante doce años, lo empleó como el coche familiar.
¿La parte menos buena? Pues que pese a esos avances tan tempranos, con el paso del tiempo no hemos sido, como país, constante en esa apuesta por los coche eléctricos. Y, como consecuencia de ello, actualmente y en el contexto de Europa, nos encontramos más cerca de la cola que de la cabeza, en lo que se refiere al ranking de adopción de esta tecnología por países. Y es que según los datos publicados por el European Alternative Fuels Observatory, organismo que forma parte de la Comisión Europea, solo un 0,4% de los coches que circulan en España son eléctricos, frente a la media de la Unión Europea, que se sitúa en el 1,2%, y todavía más lejos de los datos de los países de nuestro entorno, como Portugal (1,4%), Francia (1,5%), Reino Unido (1,7%) o Alemania (1,3%). Nuestros números, a este respecto, nos sitúan en Europa del este, donde los números de los países se acercan bastante más a los nuestros.
Optimismo
Debemos, no obstante, mirar al futuro con optimismo. Sí, pese a nuestra situación actual lo cierto es que hay elementos que nos pueden empujar a pensar en positivo. Y es que si volvemos precisamente al modelo de coche que se convirtió en el primer taxi eléctrico de España, el Nissan Leaf de Roberto San José, recientemente se ha presentado la nueva versión del mismo y, durante su presentación, Marco Toro, consejero delegado y director general de Nissan Iberia, afirmó que de darse las condiciones adecuadas, España podría situarse a la cabeza en este mercado en solo tres años.
Para tal fin, tal y como recoge Híbridos y Eléctricos, serían necesarios algunos incentivos económicos, mejorar las campañas de información sobre las ventajas de los vehículos sin emisiones, un nuevo Plan Movea y, también, más incentivos para su empleo (aparcamiento gratuito, carga gratuita, peaje gratuito, circulación carril VAO y reducción impuesto de circulación, entre otras).
No obstante, y a la espera de que se den esas condiciones (si es que eso llega a ocurrir), hay otro factor importante que puede ser de gran ayuda para la proliferación del coche eléctrico: la llegada de este tipo de vehículos a las diversas soluciones de movilidad de las ciudades. Por una parte, y aunque el porcentaje todavía es pírrico, cada día hay más profesionales del sector del taxi que, como ya hiciera Roberto hace seis años, apuestan por coches eléctricos. Y, por otra, los servicios de car sharing como Car2Go y Emov que ya llevan cerca de un año operando en Madrid. La clave es que estos vehículos permiten probar el funcionamiento y rendimiento que ofrecen los coches eléctricos y, de esta manera, descartar algunos mitos (como el de la falta de potencia, que todavía es compartido por muchas personas). Probar un coche eléctrico y comprobar que su rendimiento es más que suficiente, y pensar en un futuro cercano con esas condiciones propicias que planteó Toro en la presentación de la nueva versión del Nissan Leaf, son parámetros que invitan a pensar con optimismo en el futuro.
Imagen: Max Pixel
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