Mobile World Congress: un pie fuera de Barcelona

Nada sorprendente pero terriblemente decepcionante. Me refiero, claro, al último éxito (es sarcasmo, sí) que el dislate independentista de Cataluña le ha regalado a su territorio. Y es que si hace solo unas semanas, la dirección del Mobile World Congress confirmaba su intención de permanecer en la ciudad, pero advertía que permanecería muy atenta a la evolución de la situación, la situación ha empeorado sustancialmente. Y es que, como informa Eldiario, ayer se celebró una reunión del Patronato del evento, en la que el consejero delegado de GSMA (la empresa que organiza todos los eventos MWC), John Hoffman, confirmó que la edición de 2018 se celebrará a finales de febrero en Barcelona, tal y como ya estaba previsto. Sin embargo, también dijo que son necesarias varias garantías, concretamente de estabilidad política y seguridad, para mantener su compromiso con la ciudad condal los próximos años.

Ya hay algunas voces que han querido apuntar a que la celebración del Mobile World Congress 2018 en Barcelona es, de facto, una muestra de que la organización confía por completo en la ciudad para el evento. Sin embargo, esas voces no tienen en cuenta (por desconocimiento o con aviesas intenciones) que, en realidad, realizar un cambio de ubicación a estas alturas, cuando muchos aspectos logísticos tanto de expositores como de asistentes ya han sido cerrados, sería una auténtica locura, y muy probablemente saldría mal. Así, lo cierto es que Barcelona va a acoger la próxima edición del MWC, pero o se produce una normalización de la surrealista situación que estamos viviendo en la actualidad, o es bastante probable que sea la última.

Mobile World Congress es uno de los eventos tecnológicos más importantes del mundo y, como recordaba el comunicado de hace solo unas semanas, «La GSMA tiene un acuerdo con los socios de la ciudad de Barcelona que hacen de Barcelona la Mobile World Capital y la sede del GSMA Mobile World Congress hasta el año 2023». No obstante, también advertían ya de que permanecería atenta. «La GSMA continúa monitorizando la situación en España y Cataluña y evaluando cualquier impacto potencial para la Mobile World Capital y el Mobile World Congress». Ahora tenemos una señal más de que lo está haciendo, y en este caso el tono es un poco más preocupante. Y Barcelona no debería jugarse un evento tan importante, y que aporta tanto prestigio e ingresos (su impacto económico directo se cuantifica alrededor de 500 millones de euros).