Más de 100 países buscan consenso en impuestos sobre negocios digitales

Un total de 110 países han llegado a un acuerdo para trabajar de forma conjunta en el desarrollo de un sistema impositivo aplicado a negocios digitales que se empezará a concretar en algún momento de 2020.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico el objetivo de ese sistema impositivo y consensuado aplicado a negocios digitales será evitar que gigantes como Apple, Google y Amazon puedan seguir recurriendo a la «contabilidad creativa» y a las diferentes legislaciones para reducir sus cargas tributarias.

Podríamos poner muchos ejemplos, pero sin duda uno de los más actuales y que mejor representa la situación es el caso de Apple y su tributación en Irlanda, un tema que ya tuvimos ocasión de tratar en su momento en este artículo.

Una de las claves más importantes que deberán tratar todos los países que participarán en la búsqueda de esa solución impositiva global será el tema de identificar la sede social de la empresa, un tema bastante complicado cuando hablamos de compañías que ofrecen servicios por Internet y que encajan por tanto en lo que consideramos como negocios digitales.

La identificación de la sede social de la empresa es clave porque determina el país en el que se encuentra y por tanto el régimen impositivo al que queda sometida. Va a ser complicado llegar a un acuerdo sobre este punto, ya que los países participantes apuestan por criterios diferentes que no son nada sencillos de armonizar.

Por ejemplo Estados Unidos determina el régimen fiscal al que queda sometida una empresa en función del lugar en el que generan su valor, mientras que algunos países de la zona euro valoran la conexión entre los servicios prestados y los clientes alrededor del mundo.

Este informe del G20 será presentado en un encuentro que se celebrará en Buenos Aires los días 19 y 20 de marzo y podría marcar un importante punto de inflexión, aunque países como Francia y Alemania tienen claro que no van a quedarse de brazos cruzados mientras se negocia dicho acuerdo y que tomarán las medidas que estimen oportunas, un posición que ya se ha concretado en un Proyecto de Ley que está en manos de la Comisión Europea y que contempla la creación de un impuesto específico para los gigantes dedicados al sector digital.