Reino Unido propone 5 principios básicos para el uso ético de la Inteligencia Artificial

Como sucede con la ética en el Big Data, el uso que puede darse a la Inteligencia Artificial es un motivo de preocupación para expertos en el tema, empresas o investigadores. Y ante sus posibilidades, los gobiernos de numerosos países no se han quedado tampoco al margen de la discusión sobre el nivel de ética que se debe tener en cuenta en sus usos y aplicaciones. Uno de los más implicados en la regulación ética de la Inteligencia Artificial es el Reino Unido, que acaba de proponer los que sus dirigentes contemplan como los cinco principios básicos para su uso ético.

Estas medidas, presentadas por el Comité de Inteligencia Artificial de la Cámara de los Lores de Gran Bretaña, son las siguientes:

• La Inteligencia Artificial debería desarrollarse para el bien común y el beneficio de la humanidad
• El funcionamiento de la Inteligencia Artificial debería basarse en los principios de justicia e inteligibilidad
• La Inteligencia Artificial no debería utilizarse para reducir los derechos a la información o a la privacidad de los individuos, las familias o la comunidad.
• Todos los ciudadanos deberían tener derecho a ser educados para florecer mentalmente, emocionalmente y económicamente, paralelamente a la Inteligencia Artificial.
• El poder autónomo para dañar, destruir o engañar a los seres humanos no debería implementarse en la Inteligencia Artificial.

Según el Presidente del comité que ha presentado estos principios, Lord Clement-Jones, «la Inteligencia Artificial no está exenta de riesgos, y la adopción de los principios propuestos por el comité ayudará a mitigarlos. Una aproximación ética asegura que el público confié en esta tecnología y vea los beneficios de utilizarla. También les preparará para desafiar sus malos usos«.

Además de estos cinco principios, el informe en el que se presentan destaca que muchos puestos de trabajo mejorarán gracias a la Inteligencia Artificial. Y que aunque muchos desaparecerán, se crearán otros muchos nuevos, que todavía ni siquiera conocemos.

También que será necesario que el gobierno invierta de manera significativa en habilidades y formación para mitigar los efectos de la Inteligencia Artificial, además de señalar que la formación continua se convertirá en una necesidad para los trabajadores.

Pero el informe también destaca que las personas necesitan poder tener más control sobre sus datos y cómo se utilizan. Asegura que los sistemas que se utilizan para recoger y acceder a los datos deben cambiar, de manera que cualquiera pueda tener un acceso a los datos justo y responsable, al mismo tiempo que ciudadanos y consumidores pueden proteger su privacidad e imagen personal.

Esto implica el uso de datos abiertos, la puesta en marcha de comités éticos y la aprobación de leyes sobre protección de datos. También ven necesario el desarrollo de nuevos mecanismos e infraestructuras de portabilidad y protección de datos.