Estados Unidos avisa a ZTE: una más y estás fuera

ZTE logró salvarse del abismo gracias a la intervención del presidente Donald Trump, quien actuó como intermediario para llegar a un acuerdo que permitiera levantar el bloqueo que el Departamento de Comercio de Estados Unidos había impuesto a la compañía china por no cumplir con la obligación de tomar medidas disciplinarias contra los ejecutivos que permitieron la venta de sus productos en Irán.

Dicho bloqueo impedía a ZTE comprar componentes a empresas tecnológicas de Estados Unidos y también licenciar software, dos elementos clave para un vendedor de smartphones que utiliza SoCs Snapdragon de Qualcomm y el sistema operativo Android de Google. La situación fue tan difícil que ZTE no tuvo más remedio que suspender sus operaciones temporalmente y buscar una salida, ya que de ello dependía su continuidad en el sector smartphone.

Como adelantamos la compañía ha podido salvarse aunque ha tenido que pagar un precio bastante alto. Además de la multa de 1.000 millones de dólares y el depósito de un fondo de garantía valorado en 400 millones de dólares tendrá que tomar medidas disciplinarias y realizar prácticamente una purga entre sus ejecutivos. Por si esto fuera poco debemos unir la obligación de aceptar un control férreo por parte de Estados Unidos, que incluye revisiones periódicas por parte de personal especializado.

Aunque en principio todo queda resuelto las tensiones se mantienen, hasta tal punto que Peter Navarro, consejero de comercio de la Casa Blanca, ha confirmado que ZTE será vigilada con lupa y que no se le permitirá un solo error más. Esto significa que si la compañía china hace algo que no guste a Estados Unidos quedará bloqueada de forma definitiva y sin posibilidad de negociar un nuevo acuerdo.

Obvia decir que si eso ocurriera ZTE no podría seguir compitiendo en el sector smartphone al perder la posibilidad de importar SoCs Snapdragon, pero es importante tener en cuenta que muchas empresas estadounidenses que dependen de los pedidos de ZTE también se verían perjudicadas, así que es probable que las palabras de Peter Navarro sean más un intento de llamar la atención y de quedar como la parte fuerte que una amenaza real.