Watson de IBM recomienda tratamientos peligrosos contra el cáncer

La inteligencia artificial Watson de IBM es conocida por ser una de las más avanzadas y de las más potentes que existen actualmente, pero está claro que no es perfecta y que a pesar de sus grandes aciertos también es capaz de cometer grandes errores.

Una de las vertientes en las que mayor interés había generado Watson era en la lucha contra el cáncer. Su enorme capacidad de aprendizaje y de análisis de datos había generado muchas expectativas que hoy, por desgracia, han empezado a caer como fichas de dominó.

Como todo sistema actual de inteligencia artificial Watson de IBM parte de lo que conocemos como el aprendizaje profundo, una fase previa que el sistema utiliza para construir las decisiones que toma. Esto nos permite sacar una conclusión simple y directa: si esa etapa falla, todo falla, y ahí es donde está la clave del problema que vamos a ver a continuación.

Según las últimas informaciones Watson ha empezado a recomendar tratamientos contra el cáncer que no son seguros. En 2012 los médicos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center se asociaron con IBM preparar a Watson y formarlo como herramienta para el diagnóstico y tratamiento de pacientes de cáncer. Era prometedor, pero según los resultados oficiales de IBM su inteligencia artificial ha cometido errores graves en la recomendación de varios tratamientos. Como ejemplo han citado una en la que Watson sugería que un paciente enfermo de cáncer que sufría una hemorragia grave tomase un fármaco que podría agravar el sangrado.

En un informe se culpa a los ingenieros de IBM y a los doctores del Memorial Sloan Kettering Cancer Center que participaron en esa etapa de aprendizaje profundo realizada en 2012, ya que trabajaron con datos hipotéticos y no con información de pacientes reales, un enfoque que ha acabado teniendo unos resultados desastrosos.

Está claro que Watson sólo es una herramienta de apoyo en la lucha contra el cáncer, que no puede sustituir a un médico y que sus propuestas deben ser analizadas por expertos antes de darles cualquier valor, pero las críticas que ha recibido tras esa «mala formación» han sido tan feroces que algunos médicos han llegado a descartar totalmente su utilidad.