El mercado de infraestructuras de telecomunicaciones superará los 16.000 millones en 2022

El cambio hacia una infraestructura definida por software, caracterizada porque las cargas de trabajo se ejecutan en plataformas hardware virtualizadas, o bien se cargan en contenedores, se está produciendo a un ritmo vertiginoso. Es algo visible en muchos sectores, pero sobre todo, en el de las telecomunicaciones. En él, el cambio es tan grande que hay incluso centros de datos al completo que están pasando de su infraestructura tradicional a otra definida por software.

Según IDC, esta tendencia va a seguir vigente, sobre todo a medida que los proveedores de telecomunicaciones van mostrando un creciente interés en expandir su área de influencia a campos como Internet de las Cosas, los dispositivos conectados o el edge computing, entre otros. Por otra parte, los responsables de estas empresas también son conscientes de que el 5G o la retransmisión de contenidos multimedia a gran escala no pueden desarrollarse a través de las plataformas tradicionales. Esto se debe, entre otras cosas, a que son rígidas, y a que su escalado ofrece problemas y lleva meses llevarlo a cabo de manera eficaz.

Esta tendencia va a llevar a un importante crecimiento del mercado de infraestructura de computación y almacenamiento en telecomunicaciones. El pasado año 2017 este mercado llegó a los 10.810 millones de dólares, y según estimaciones de IDC, llegará a los 16.350 millones en 2022. Por tanto, contará hasta entonces con una tasa de crecimiento anual del 6,2%.

Las operadoras de telecomunicaciones llevan tiempo centrándose en redoblar sus esfuerzos de desarrollo de software a nivel interno. Para ello se han dedicado a utilizar el open source y se han asociado con integradores para transformar sus centros de datos y hacer que estén definidos por software. También han puesto en marcha grupos de infraestructura del sector, y participan en ellos y en otros. Y están haciendo esfuerzos para cambiar a una infraestructura virtualizada no sólo las aplicaciones, sino también cargas de trabajo de funciones de red.

Gracias a esto, están cambiando su sistema hacia una infraestructura con una única plataforma que sea compatible con las telecomunicaciones actuales, y también con las de nueva generación. Pero también con aplicaciones de negocios que pueden ejecutarse en máquinas virtuales, contenedores y servidores locales. Las telecomunicaciones, por tanto, se han dado prisa en adoptar un modelo  de consumo flexible y escalable de computación, almacenamiento y recursos de red.

Tal como ve esta tendencia Ashish Nadkarni, Vicepresidente de sistemas, plataformas y tecnología de infraestructuras de IDC, «las operadoras de telecomunicaciones están a la vanguardia de la curva de la innovación. El cambio a una infraestructura definida por software les permite centrarse en innovación, reducir los costes operativos y seguir diferenciándose con base en las características únicas de sus productos y servicios«.