«Con la digitalización de los trenes, vamos a ser capaces de anticiparnos a las averías»

Metro de Madrid cumple este año el primer centenario de su nacimiento. El 17 de octubre de 1919, el Rey Alfonso XIII inauguraba una de las infraestructuras más importantes que tiene hoy la ciudad que, por aquel entonces tenía un total de 3,48 kilómetros, constaba de ocho estaciones (de Cuatro Caminos a Sol) y se tardaba 10 minutos en recorrerla.

Aquel primer día de vida del metro fue utilizado por un total de 56.200 personas, una cifra muy alejada de los casi dos millones y medio de viajeros diarios que tiene hoy en día. Lejos se quedan también esos poco más de 3 kilómetros de red que 100 años después se han convertido en 300 kilómetros y 300 estaciones, unas cifras que han hecho que el metro haya pasado de ser algo exclusivo de la ciudad de Madrid, teniendo actualmente una cobertura supra-municipal (llega a 12 municipios de la provincia).

Como otras empresas centerarias, Metro de Madrid ha tenido que adaptarse al ritmo de cambios que le ha ido exigiendo el mercado, necesario para su supervivencia y tampoco se ha librado de retos como el de la digitalización, en el que a día de hoy está trabajando, según nos ha contado en una entrevista su consejero delegado, Borja Carabante.

«Somos uno de los metros más innovadores del mundo porque tenemos una amplia vocación de investigación y desarrollo. Actualmente estamos trabajando en dos proyectos:  Estación 4.0, que supone ‘bajar’ la tecnología a pie de anden, y el tren digital que, como su nombre indica, supone digitalizar toda la red con tres objetivos principales: dar un mejor servicio, ser más eficientes y reducir costes de mantenimiento. Vamos a conseguir un mantenimiento predictivo de los trenes, es decir, no solo actuaremos cuando se produce una avería sino ser capaces de anticiparnos a ellas».

La Estación 4.0

La transformación digital de Metro de Madrid (de la que el proyecto Estación 4.0 forma parte) no solo va a incluir estaciones y trenes, sino que va a empezar con un cambio profundo de sus empleados, a quienes se les va a facilitar dispositivos móviles para ellos mismo «digitalicen» su trabajo. Esto, según Carabante, va a significar «que los empleados que solo estaban expediendo billetes van a tener un trabajo de valor añadido. Les hemos proporcionado tablets para que puedan gestionar toda la estación desde la palma de su mano: parar y encender escaleras mecánicas, abrir un torniquete o emitir un billete desde el anden y que salga por una máquina del vestíbulo, etc».

De momento, la eficacia de esta iniciativa, enmarcada en el proyecto de la Estación 4.0, se está probando en un proyecto piloto en las líneas 1 y 9, donde el personal de estación ya han sido provistos de dispositivos y se ha eliminado el papel en la oficina. «El objetivo es digitalizar todas las estaciones y los sistemas: la información al cliente, la evacuación, las cámaras de seguridad y la propia operativa».

Pero, ¿cómo afecta todo esto al empleo? «Lo que estamos haciendo es reconvertir al personal, que antes eran taquilleros y ahora son supervisores comerciales», nos contó Carabante, quien añadió que, lejos de devaluar el trabajo, lo que ha hecho la digitalización es dotar de valor añadido al trabajo que hacen los 7.000 empleados de Metro de Madrid.

Uno de los aspectos que más preocupa a los ciudadanos es la de la seguridad en el interior del metro, sobre todo cuando se utiliza a determinadas horas. El directivo nos ha explicado que este proyecto de estación incluye un extra de seguridad, al mejorar la tecnología de las cámaras. «Tenemos cerca de 8.000 cámaras en toda la red que dan dos servicios: gestionar la operativa y mejorar la seguridad. Los avances en este sentido harán que las cámaras sean más inteligentes, e incluyan reconocimiento facial, incidencias por movimientos…». Esto es, introducir ciertos algoritmos para gestionar todo lo que pase por las pantallas.

El proyecto de Estación 4.0 comenzará en la línea 8, que va a ser utilizada como banco de pruebas para la extensión, «de manera que podamos probar todas estas iniciativas ahí y, una vez que estén testadas y que veamos su eficiencia, extenderla al resto de estaciones».

Metro de Madrid como Smart Train

El concepto smart también se cuela entre las características que han de tener los trenes del futuro (o del presente, según se mire) y desde luego, es uno de los objetivos de Metro de Madrid, a corto plazo. La inteligencia o el concepto de desarrollar un tren digital va a ser utilizado con un triple objetivo:

«Mejorar el servicio, mejorar la operativa y mejorar el mantenimiento»

Junto con la seguridad, las demoras de los trenes cuando hay una avería son dos de los aspectos que más preocupan a los usuarios (y esto no es que lo diga el Metro de Madrid, sino por experiencia propia). Un tren inteligente es capaz de anticiparse a los problemas, permitiendo a sus gestores «un mantenimiento predictivo y no reactivo», es decir, «el tren nos va a dar indicadores suficientes para saber cuándo tenemos que actuar sobre él, de manera que la incidencia no llega a producirse». 

Esto va a proporcionar a los viajeros dos grandes ventajas: por un lado, menos retrasos y, por otro, información adicional como es la temperatura que hay en determinados vagones o el nivel de ocupación de los trenes. ¿Cuántas veces nos hemos agobiado en el metro porque no íbamos preparados adecuadamente? o seguro que, en hora punta, has preferido alguna vez coger un tren que iba hasta arriba de gente pensando que el siguiente iría igual o peor. Pues todas estas incomodidades desaparecerán próximamente, tú podrás planificar mejor tu viaje en base a la información que te proporcionará el propio tren.

Carabante nos indica que aún es pronto para que esto sea una realidad, pero que «estamos trabajando en la definición y prototipos, nos queda un proyecto a medio y largo plazo, acompañado de fuertes inversiones».

Y dando un paso más, le preguntamos al consejero delegado si sueña con un metro autónomo, como pasa con otros medios de transporte como el coche. «Metro de Madrid no tiene previsto llevar a cabo, en el corto y medio plazo, grandes ampliaciones. La automatización no está entre nuestras prioridades, ya que se ha hecho un gran esfuerzo de digitalización».