Uber y Cabify se van de Barcelona

Uber y Cabify abandonan Barcelona tras entrar en vigor la nueva normativa del gobierno de Cataluña para satisfacer las demandas de los taxistas, tal y como adelantaron nuestros compañeros de MuyComputer y adaptamos aquí.

Las últimas dos semanas han sido de una intensa conflictividad en el sector del taxi en las dos principales ciudades españolas: Madrid y Barcelona. La huelga patronal del taxi en ambas ciudades está abriendo los informativos de televisión y las portadas de los medios. La postura de los profesionales del taxi ha sido muy firme, y la Generalitat de Cataluña ha cedido a sus demandas de un modo que Uber y Cabify entienden que hace imposible su modelo de negocio.

Uber y Cabify dejarán de operar en Barcelona a partir de mañana “ante las restricciones a las VTC aprobadas por la Generalitat”. Según ha expresado Uber en un comunicado: “Para contribuir a la vida de una ciudad, necesitamos una regulación justa. En el caso de Cataluña, una regulación que tenga en cuenta a los miles de conductores y usuarios de las VTC, que hoy ven desaparecer su medio de vida y su libertad de elegir cómo se mueven por su ciudad”.

Uber también ha señalado que “la obligación de esperar al menos 15 minutos para viajar en una VTC no existe en ningún lugar de Europa y es totalmente incompatible con la inmediatez de los servicios bajo demanda, como UberX”.

Cabify se ha expresado también en unos términos bastante contundentes: «Tras revisar el texto, que hoy es ya oficial, la compañía concluye que esta regulación tiene como único objetivo, y por tanto también como consecuencia final, la expulsión directa de la aplicación de Cabify y de sus empresas colaboradoras de Catalunya y Barcelona…».

Prosigue Cabify indicando que «Las medidas artificiales y altamente restrictivas que este Decreto Ley impone de manera inmediata al sector VTC, destruyen por completo el mercado en el que se venía trabajando y gracias al cual se han generado más de 3.000 empleos en Catalunya. Además, causan un impacto inmediato en todas las empresas del sector, incluyendo también a Cabify, impidiendo su operativa tal y como la conocemos en el resto de las ciudades en las que opera”.

Además, la compañía señala el importante perjuicio que a su juicio se genera al ciudadano desde el punto de vista de la competencia y la calidad del servicio. Nada menos que el 98,5% de los viajes gestionados a través de la app de Cabify están por debajo de los 15 minutos de espera.

La conclusión es tajante: “Ante las restricciones a las VTC aprobadas por la Generalitat de Catalunya, nos vemos obligados a suspender el servicio de Uber en Barcelona”.

La postura de la Generalitat

Desde el gobierno catalán explican que “sólo es una primera medida para reestructurar el sector y estamos preparando una ley que se hará en un futuro”, la exigencia de la espera mínima de 15 minutos en el decreto es lo más llamativo, junto a la prohibición de la geolocalización previa y la captación de clientes sobre la marcha. Con condiciones así, el servicio que se puede prestar no tiene nada que ver con el que se ofrecía actualmente.

Cabify ha comunicado esta semana a sus cerca de 1.000 empleados que inicia un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedirles. En total serán 3.000 despidos.

Las consecuencias también pueden llegar al contribuyente, que puede tener que pagar indemnizaciones millonarias porque los conductores de VTC han anunciado que interpondrán demandas por responsabilidad patrimonial a la Generalitat en un montante que supera los 1.100 millones de euros.