A Fondo
Plan de Carrera: cómo convertirse en CTO
Tras el del CIO, el del CTO es probablemente el puesto más ambicionado por todos aquellos que quieren hacer de las nuevas tecnologías su carrera profesional. Menos pegado a la estrategia a largo plazo del negocio, el del CTO resulta un puesto más interesante para aquellos que sueñan con tener una responsabilidad global y la vez, disfrutan con «permanecer pegados» a los aspectos más técnicos de la estrategia tecnológica de la empresa. Hoy examinamos en MCPRO, cómo es su plan de carrera.
¿Qué es un CTO?
Las siglas CTO responden al acrónimo Chief Technology Officer, más comúnmente conocido en España como Director de Tecnología. A diferencia de lo que vimos cuando examinamos el plan de carrera del CIO, la mayoría de los CTOs tienen un perfil marcadamente técnico.
Siempre desde un punto de vista tecnológico, el CTO examina las necesidades a corto y largo plazo de una compañía, asigna el presupuesto necesario para cumplir con las mismas y lidera el departamento IT de la empresa.
¿En qué se diferencia entonces del CIO? En que el CTO no se ocupa tanto de otros aspectos de gestión del negocio que sí entran en el área de responsabilidad del CIO. En este sentido, en muchas ocasiones el CIO es el que se encarga de alinear los proyectos y necesidades del CTO, con los objetivos globales de la compañía y las decisiones estratégicas del CEO y el board.
¿Cuáles son sus responsabilidades principales?
La principal responsabilidad del CTO es asegurarse que la compañía está implementado las tecnologías necesarias para mejorar el desarrollo de sus productos, ser más productiva y dar un mejor servicio a sus clientes. El CTO es además generalmente el responsable del equipo de tecnología y del departamento TI de la empresa.
Además el CTO también gestiona la actividad de otros puestos clave de la organización, como puede ser la dirección de I+D, o el desarrollo de labs en escenarios de Open Innovation. También es responsabilidad del CTO estar familiarizado con parte de la regulación que que se aplica en el sector en el que opera a nivel por ejemplo, de propiedad intelectual o patentes y marcas. En definitiva, en su día a día el CTO…
- Define los servicios de IT con que contará la compañía internamente, así como en relación con sus clientes y proveedores.
- Define políticas de infraestructura y seguridad (junto con el CISO)
- Establece estándares.
- Propone una estrategia de aplicaciones y de su evolución.
- Diseña una arquitectura de datos comunes en la organización.
- Construye y lidera un equipo humano de IT.
- Selecciona a los proveedores estratégicos de IT.
- Investiga nuevas tecnologías, posibles tendencias y su aplicación a la compañía.
- Dirige un área de I+D.
- Ayuda en la creación de nuevos productos y servicios.
- Ayuda en la optimización de procesos internos y en relaciones externas.
- Identifica y evalúa riesgos en alto nivel e identifica medidas para mitigarlos.
- Hace un seguimiento general de los proyectos y de los servicios de IT de su equipo.
- Cuida del cumplimento de reglamentos y normativas.
¿Qué formación y habilidades tiene que tener?
La inmensa mayoría de los CTOs tienen en principio un perfil técnico. Lo habitual en este sentido es que tengan una licenciatura en carreras como informática, telecomunicaciones, etc. Dependiendo del sector, y ya dentro de la la organización el CTO puede que desarrolle formación adicional (en forma de master o cursos de posgrado) en seguridad informática, gestión de bases de datos, Big Data, cloud computing, etc.
Y aunque para su puesto no resulta tan crucial como para el del CIO, también resulta frecuente algún tipo de curso de postgrado en administración de empresas, gestión del cambio o gestión de la innovación. Además de su formación, como habilidades principales debería de destacar en las siguientes:
Conocimiento tecnológico: más allá de sus estudios universitarios o de master, el CTO tiene que destacar por tener un gran conocimiento tecnológico, curiosidad para formarse continuamente en nuevas tecnologías que pueden impactar en su negocio y estar al tanto de las últimas novedades.
Economía y finanzas: aunque el peso del negocio tecnológico recae sobre el CIO, el CTO también tiene que tener conocimientos financieros suficientes como para definir y gestionar un presupuesto, o determinar la rentabilidad de las inversiones IT.
Pensamiento estratégico: un buen CTO es el que es capaz de pensar estratégicamente a corto, medio y largo plazo. Para ello tiene que tener en cuenta el estado de desarrollo tecnológico de la empresa y trazar un roadmap de desarrollo e implementación de nuevas tecnologías.
Orientación de servicio al cliente: una habilidad cada vez más requerida en prácticamente todos los puestos de una organización, el CTO tiene que ser capaz de entender a su cliente (externo pero también interno) y ofrecerle el servicio que necesita.
Comunicación y liderazgo: una habilidad clave del CTO será su capacidad para definir objetivos, marcar líneas de actuación y coordinar con eficacia el trabajo de los miembros de su equipo.
Gestión de proyectos: el trabajo diario del CTO está muy relacionado con la supervisión y la ejecución de proyectos muy concretos. Un buen CTO destacará por tener conocimientos específicos sobre cómo se define y gestiona un proyecto.
Hasta aquí, nuestro especial “Desarrollo de carrera: cómo convertirse en CTO”. En las próximas semanas analizaremos otros perfiles clave en la infraestructura técnica de la organización, como pueden ser el CISO o el COO. ¡No os lo perdáis!
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