Uno de los principales ingenieros detrás de los SoCs serie A abandona Apple

Los SoCs serie A se han mantenido como uno de los grandes distintivos de Apple a nivel tecnológico, y también han sido un referente dentro de la industria. Esta línea de chips siempre se ha caracterizado por ofrecer un alto nivel de rendimiento y una gran eficiencia, aunque vivió su evolución más importante tras la llegada a Apple de Gerard Williams III.

Este ingeniero desarrolló buena parte de su carrera en ARM, donde encabezó el equipo responsable del desarrollo del Cortex-A8, un chip superescalar que doblaba las instrucciones por ciclo de reloj de la familia ARM11. Fue, además, la primera generación en incorporar la arquitectura ARMv7-A y estaba totalmente preparada para ser adoptado a gran escala en dispositivos electrónicos de consumo general.

El iPhone 3GS utilizó un chip Cortex-A8 a 600 MHz, así que podemos decir que el talento de Gerard Williams III se dejó notar en Apple incluso antes de que éste ingeniero fuese contratado por la compañía que hoy dirige Tim Cook.

La primera tarea de Gerard Williams III fue desarrollar el corazón del iPhone 5s, uno de los mejores smartphones que ha lanzado Apple en toda su historia, y podemos decir que cumplió de sobra con las expectativas del gigante de Cupertino. El SoC Apple A7 fue el primer chip de 64 bits para dispositivos móviles, y también fue el primero en contar con un co-procesador para ayudar en las tareas asociadas a los sensores del terminal, conocido como M7.

El diseño personalizado que incorporó este ingeniero en el SoC Apple A7 fue revolucionario, pero no es el único logro importante que registró en su paso por Apple. Por ejemplo, el desarrollo del SoC A10 Fusión, utilizado en los iPhone 7 y iPHone 7 Plus, volvió a marcar un avance importante gracias a la incorporación de un procesador de cuatro núcleos dividido en dos módulos (dos núcleos de alto rendimiento y dos núcleos eficientes), y el SoC A11 Bionic, utilizado en los iPhone 8, iPhone 8 Plus y iPhone X, volvió a sorprender gracias a la introducción de un procesador de seis núcleos (dividido también en dos bloques) y a la integración de una unidad de procesamiento neural dedicada a inteligencia artificial.

Sus logros y la importancia que ha tenido Gerard Williams III en su carrera como ingeniero en Apple son evidentes, así que su salida representa un problema para el gigante de Cupertino. No sabemos quién será su sustituto en la compañía de la manzana y tampoco conocemos el destino de Williams, pero algunas voces sugieren que podría acabar en Intel.